Más de la mitad de los cariocas no tienen la costumbre de leer libros. La insólita conclusión de la encuesta nacional Retratos de la lectura en Brasil – resultado de una colaboración entre el Instituto Pró-Livro e Itaú Cultural – es que, para el 53% de la población de la Ciudad Maravillosa, la lectura no es un hábito ni una prioridad en sus vidas, hecho anunciado prácticamente en vísperas de celebrar el Día Nacional del Libro, el próximo domingo (29), cuando también se fundó la Biblioteca Nacional de Brasil, ubicada en el centro de la capital fluminense.
El nada admirable resultado sitúa a la segunda metrópoli más grande de Brasil, que alguna vez fue considerada la capital cultural del país, en una incómoda posición 22 en el ranking nacional en términos de número de lectores.
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También es revelador que una investigación similar, titulada "Retratos de la lectura en eventos de libros y literatura", muestra que el 59% de los no lectores en la Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro 2019 presentó la “falta de tiempo” como el principal motivo para “no leer”, seguida de la preferencia por otras actividades, que tuvo el 23% de respuestas. En tercer lugar, para un 20% de los entrevistados la respuesta sería “no tener paciencia” (para leer) o tener dificultades (leer).
Por otro lado, la modalidad de lectura en línea ha avanzado significativamente en el país, según un relevamiento de la plataforma de contenidos académicos en línea ‘Minha Biblioteca’, según la cual, en el periodo de enero a septiembre de este año, se dedicaron más de 6 millones de horas a la lectura en línea, lo que corresponde al 92% del total año pasado. De todos modos, el mismo estudio muestra que el 44% de la población brasileña nunca ha leído un libro durante su vida, mientras que otro 30% nunca ha comprado un libro.
Ante tan 'compleja' situación, el gerente del Sistema de Bibliotecas de la FGV, Gabriel Leal, destaca que la La aparición de nuevos dispositivos puede servir como instrumento para "conciliar" la tecnología con el hábito de lectura. “La lectura, hoy más que nunca, debe abordarse como un ejercicio de desarrollo ciudadano, la lectura mediada por plataformas digitales puede resultar más ventajosa económicamente”.
