A veces nuestra casa parece un pequeño museo de objetos en desuso: cajones llenos, estanterías abarrotadas y armarios que son verdaderos escondites de objetos olvidados. La verdad es que creamos colecciones sin darnos cuenta.
Hay cables que ya no tienen dispositivos correspondientes, ropa que no nos queda bien y hasta ese jarrón que no combina con nada de la habitación. Lo que quizás mucha gente no sepa es que el desorden acumulado puede afectar a nuestro bienestar sin que nos demos cuenta.
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Por eso, decidimos traerte siete artículos que pueden estar pidiendo ser liberados de tu hogar. ¡Mira cuáles son ahora!
¿Conoce ese montón de papeles que guarda en el cajón de la cocina o de la oficina? Los manuales de instrucciones de dispositivos que ya no posee ocupan espacio y acumulan polvo. Echa un vistazo a este papeleo y siente el alivio de tirar a la basura lo que ya no sirve. ¡Muchos de estos manuales están disponibles en línea de todos modos!
¿Quién no tiene un cajón lleno de cables viejos y cargadores que parecen un nido de serpientes? Si no sabes a qué dispositivo pertenecen o si utilizan tecnología obsoleta (¡hola, cargador de teléfono plegable!), puede que sea el momento de deshacerte de ellos. Además de liberar espacio, evitas la frustración de no encontrar nunca el cable adecuado cuando más lo necesitas.
¡La seguridad es lo primero! Los medicamentos caducados no sólo pueden perder su eficacia, sino también dañar su salud. Haz una revisión minuciosa de tu botiquín y busca aquellos que ya hayan pasado su fecha de vencimiento. Muchas farmacias tienen puntos de recogida para su eliminación segura. Por lo tanto, no los deseche en la basura general.
Es común encontrar variedad de productos de limpieza debajo del fregadero, muchos medio vacíos o casi vacíos. Si no los has usado en meses (¡o años!), tal vez sea hora de decir adiós. Recuerda comprobar la forma correcta de desecharlos, ya que muchos contienen sustancias químicas que no se deben tirar sin cuidado.
Ya sea por apego emocional o por el pensamiento de “y si lo necesito”, tendemos a acumular productos de belleza que no utilizamos. El maquillaje, las cremas y otros artículos de cuidado personal tienen fecha de caducidad. Si no recuerdas cuándo los compraste, o si el olor y la textura son diferentes, es hora de tirarlos.
Puede resultar difícil desprenderse de la ropa, especialmente si asociamos recuerdos con ella. Sin embargo, las piezas que ya no encajan, que están desgastadas o que no has usado en más de un año merecen encontrar un nuevo hogar. Dona lo que esté en buen estado y recicla lo que no. ¡Tu mente y tu armario te lo agradecerán!