¿Sabías que existen hormonas que controlan el hambre y la saciedad? Se encargan de dar una señal a nuestro cerebro e informarnos de que necesitamos energía y, por tanto, necesitamos comer algo. Y también nos informan cuando tenemos comida suficiente para continuar el día.
Son la grelina, el péptido inhibidor gástrico (GIP), el péptido similar al glucagón (GLP-1), la colecistoquinina y la oxintomodulina. También hay hormonas, leptina, estrógeno y progesterona.
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No te preocupes, no hay por qué asustarse por la cantidad de nombres. Sigamos con lo que hacen: señalan zonas del hipotálamo sobre la necesidad de comer para que el cuerpo no se “apague” por falta de energía.
La principal es la grelina, conocida como la “hormona del hambre”. Comienza a circular en mayor cantidad en la sangre aproximadamente dos horas después de las principales comidas del día. Si la persona no come, el nivel hormonal sólo aumenta.
Además, también aumentan mucho durante la noche, por lo que sentimos hambre si permanecemos despiertos durante mucho tiempo.
Ahora, vayamos a la saciedad. Cuando estómago está lleno, la grelina abandona la escena, dejando espacio para otras hormonas gastrointestinales, como el GLP-1, el oxintomodulina, GIP, colecistoquinina y, principalmente, leptina, conocida como “la hormona de la saciedad".
Le dice al cerebro que ya tenemos suficiente energía para evitar comer en exceso.
En entrevista con el sitio Metrópoles, el endocrinólogo Fábio Moura, director de la Sociedad La Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabología (SBEM), afirmó que existen medicamentos que controlan estos hormonas. Sin embargo, existen formas naturales de hacerlo.
Esto implica cambios en el estilo de vida y, principalmente, en la dieta. Sobre todo porque, según el médico, los alimentos ricos en azúcar y grasas pueden alterar la acción de la leptina.
Así que lo mejor es comer mejor, dormir bien y, sobre todo, controlar el estrés. Esto se debe a que es él quien estimula la producción de cortisol, una hormona que puede aumentar el hambre y hacernos recurrir a alimentos ricos en grasas, azúcar y sodio.
El endocrinólogo, confirmado por Metrópoles, recomienda una dieta rica en fibras y proteínas, ya que estos alimentos estimulan la producción de leptina. También sugiere legumbres, cereales integrales e incluso verduras de hoja.
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Federal de Goiás. Apasionado de los medios digitales, la cultura pop, la tecnología, la política y el psicoanálisis.