En esta publicación, seleccionamos consejos y sugerencias para su Rutina durante la primera semana de clases.
Organizar actividades escolares con niños y adolescentes es una tarea algo compleja. A veces puede parecer difícil mantener a los estudiantes concentrados y motivados en las tareas que deben realizar.
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LA rutina escolar es la secuencia de actividades que desarrolla un estudiante mientras está en la escuela. A primera vista, puede parecer innecesario planificar esta secuencia con anticipación, pero es importante que esté bien pensada. Si la rutina está organizada, es más fácil asegurar que los estudiantes completen sus tareas y que el profesor pueda alcanzar las metas educativas deseadas.
La planificación de una rutina escolar debe partir del principio de que algunos momentos deben repetirse periódicamente. Con una vida diaria bien definida y estable, el alumno se siente más seguro y desarrolla su autonomía, lo que contribuye al buen desarrollo de las actividades propuestas y conduce a una mejora de la docencia en su conjunto.
Índice
Una escuela limpia es muy diferente
Ella es hermosa y nos hace bien
si estas limpio eres inteligente
Todos te querrán cerca
Ten cuidado
mira la limpieza 2 veces
una escuela limpia
Siempre es una belleza.
La cabeza es un cuadrado
la boca un plátano,
la nariz un tenedor,
un ojo es un coco,
el otro un botón,
el cuello es una escalera,
el vientre una almohada,
un brazo un paraguas,
el otro una cuchara,
una pierna es un objeto pesado,
el otro un objeto ligero. Etc ...
Érase una vez un bosque donde todos los animales vivían en paz.
Al amanecer de un día determinado, todos los animales comenzaron a huir de un gran incendio.
He aquí, en ese momento sucedió una escena muy extraña.
Un colibrí voló de la cascada al fuego, llevando gotas de agua en su pequeño pico, tratando de calmar el gran fuego.
El elefante, admirado con tanto coraje, llega y le pregunta al colibrí:
- Colibrí, ¿te estás volviendo loco? ¿No ves que no podrás apagar este fuego con gotas de agua? ¡Escapa mientras aún hay tiempo!
Y el colibrí responde:
- Sé que apagar este fuego no es solo mi problema. ¡Solo estoy haciendo mi parte! Este bosque es mi hogar, ¡y no dejas un hogar hasta que luches para salvarlo!
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Fuente: Publicado por enseñar con amor Profesora Valeria:
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La organización del tiempo es uno de los mayores desafíos para brindar a los niños una atención y una educación de calidad. Cada momento de la vida en el preescolar debe ser un momento lleno de estímulos, desafíos y oportunidades para aprender. Para que esto suceda, es fundamental planificar bien las actividades de cada día, en el contexto de un plan de trabajo semanal o mensual.
A continuación se muestran 9 pasos esenciales de Rutina para la primera semana de clases:
Esta es la parte más importante del día de un niño en el preescolar. Una vez superada la dificultad de separarse de los padres, el niño aprende que es bienvenido. Quién lo recibe, cómo lo reciben los adultos, profesores y compañeros marca el tono del día y su percepción de la vida preescolar. La llegada es también el momento de formar hábitos importantes: localizar y guardar objetos, ponerse y quitarse la ropa, atar y desatar los zapatos. El niño debe adquirir autonomía en estos asuntos dentro de las primeras semanas. La presencia de un adulto es fundamental para orientar la formación de hábitos y secuencias, así como para animar al niño a que progresivamente se vuelva autónomo.
Hay dos formas más comunes de comenzar el día: en algunas escuelas, el niño va al aula y tiene libertad para hacer lo que quieras o puedes jugar en el patio, incluso organizar algunos actividad; en otros, los niños van directamente a una actividad organizada por el profesor. Esta actividad puede ser la rueda habitual o algo que el maestro haya preparado para involucrar a los niños directamente en ella. La más común es la rueda, y existen varias formas y horarios para ella, entre las que destacamos:
La merienda es un momento privilegiado para la formación de hábitos de higiene y salud, organización, comportamiento social y psicomotricidad. Pero es, sobre todo, un momento privilegiado para una interacción adulto-niño muy similar a la vida en casa. La posibilidad de que el profesor se siente con los niños y hable de forma libre y relajada debe verse como un momento único.
En una escuela dinámica donde el niño tiene distintos grados de libertad para ir y venir y elegir tareas y amigos, el recreo no es muy diferente de otros momentos del preescolar. La existencia de espacios y equipamientos adecuados y la presencia de otros adultos también pueden ayudar mucho en el desarrollo de conductas sociales. Garantizar la seguridad de los niños debe ser una preocupación primordial y, como todo lo demás en materia de seguridad, la prevención es siempre la mejor medicina.
descansar
Los niños varían mucho en cuanto a la necesidad de descansar y la duración del descanso. Las necesidades tienden a reducirse con el tiempo, pero como cualquier hábito, el descanso debe anticiparse y nutrirse. La escuela puede decidir si los niños que no tienen el hábito de dormir deben permanecer tranquilos mientras descansan o si pueden participar en otras actividades. Además, hay ocasiones en las que el niño necesita tiempo y espacio aislado para recuperarse.
Hay varias preguntas importantes sobre estos temas.
La despedida debe ir precedida de un repaso del día. Esto ayuda a los niños a desarrollar un sentido de planificación, previsibilidad y estabilidad. También ayuda a desarrollar la memoria y organizar las estructuras narrativas. Antes del final del día, hay que tener en cuenta unas precauciones:
Dependiendo de los recursos disponibles, los niños pueden tener tiempo para hacer lo que quieran en diferentes espacios de la habitación. Si esto es posible, el docente debe asegurarse de que los niños circulen en los distintos espacios en diferentes días, para evitar que siempre hagan lo mismo. Esto generalmente se hace formando parejas o grietas y animando a los niños a jugar juntos. Estos son momentos importantes para que los niños desarrollen su individualidad, aprendan a jugar en grupos de dos, tres o más; y son momentos preciosos para que el maestro observe a los niños y entable conversaciones reales sobre la actividad que están realizando los niños. La conversación real significa diálogos largos, en los que el profesor anima al niño a que elabore sus pensamientos, sentimientos, le explique la acción, etc. Es lo contrario de hacer pruebas con preguntas y respuestas o dar órdenes.
Cada día el profesor organizará dos, tres o cuatro actividades, utilizando los materiales disponibles. Las actividades deben planificarse de forma espaciada, pero pueden ser secuenciales: por ejemplo, el profesor puede leer un cuento para niños y luego hacer una actividad o un dibujo sobre el texto. leer. Se debe realizar una preparación cuidadosa para cada actividad, ya que esto facilita la transición y ayuda a los niños a concentrarse en lo que están a punto de comenzar a hacer.
Más en: Dinámica de presentación en el aula con los alumnos.
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