Seleccionamos en este post algunos sugerencias y consejos para volver a la escuela. Estos consejos son muy útiles para la escuela primaria, especialmente el primer año, pero también se pueden adaptar para el jardín de infancia.
Índice
Algunas sugerencias de dinámicas para dar la bienvenida e integrar la clase el primer día de clase - Con dinámicas divertidas, El maestro presenta la escuela a los estudiantes, acerca a los compañeros de clase y ayuda a que todos se sientan bienvenidos al nuevo grupo. Primer dia de clase. Toda la clase está esperando saber quiénes serán los nuevos profesores. Muchos estudiantes nunca se han visto o apenas se conocen.
Vea también:
Para formar un grupo unido, bien conectado y en sintonía contigo, olvídate de la vieja táctica de decir buenos días, hacer presentaciones y entrar en el contenido. Consulte las actividades de integración para diferentes niveles de estudio a continuación.
Como es mi colega
Dígale a la clase que todos obtendrán una "imagen". Pegue una hoja de papel Kraft de tamaño infantil a la pared. Coloque al alumno de modo que se apoye en la hoja y, con un lápiz, dibuje el contorno de su cuerpo. Anime a la clase a decir cuál es su cabello, su rostro, si usa anteojos, etc. Durante la actividad, repita el nombre del alumno muchas veces para que los compañeros puedan memorizarlo. Haga la "imagen" de todos. Por último, pida a un compañero que dibuje su esquema, repitiendo el proceso de observación, para que los niños también se familiaricen con usted. Cuelgue los dibujos en la pared y elogie al grupo. Durante los próximos días, en la entrada, pregunte a la clase quién es cada uno de los compañeros sorteados y si está presente. Si es así, recibe un aplauso. Deje los papeles expuestos por un tiempo. Es importante para los más pequeños que sus producciones se queden ahí hasta que sientan que pertenecen al grupo y al entorno.
Los materiales que vamos a utilizar:
Esconde en el salón bolsas o paquetes que contengan diferentes materiales que formarán parte del día a día de los niños. Puede ser, por ejemplo, libros, juegos, cepillo, tijeras o algo de arcilla. Invite a los niños a buscar los objetos en parejas. Esto ya estimula la cooperación entre ellos. Guíe la búsqueda diciendo "caliente" si lo que está buscando está cerca, "cálido" si está a una distancia media o "frío" cuando está lejos. Después de encontrar todos los paquetes, pregunte qué actividades se pueden hacer con los materiales y aproveche para explicar mejor la función de cada uno. Muestre cómo y dónde se almacenarán, destacando la importancia de mantener el entorno de trabajo bien organizado.
Haga etiquetas con los nombres de los niños y colóquelas en el piso de la sala en medio de una rueda. Pídale a cada persona que identifique su nombre. Fomente el reconocimiento de letras iniciales, cuente cuántas letras componen cada nombre y haga que vean las mismas letras en diferentes nombres. Cuando todos tengan una insignia, inicie una agradable charla sobre sus preferencias con respecto a un tema predeterminado (como comida, juegos, objetos o lugares). Agrupe a los niños según afinidades. En el siguiente paso, pida a los estudiantes que dibujen lo que les gusta en una hoja de papel y lo nombre. Cualquiera que no sepa escribir solo puede copiar la insignia. Una vez listos, los dibujos se muestran a los colegas y luego se muestran en la pared. Con los alfabetizados, la dinámica es la misma, pero, además de dibujar, pueden hacer una lista de sus preferencias.
También verifique:
Organice una entrevista para que los estudiantes puedan conocerlo mejor. Divídalos en grupos y pídales que hagan preguntas como si fueran reporteros. Explique que las preguntas pueden ser sobre su edad, si tiene hijos, cuánto tiempo ha estado en la profesión o dónde vive, por ejemplo. Con las preguntas listas, siéntese en un lugar de la sala donde todos puedan verlo bien para responderlas. Informe a todos que deben traer, al día siguiente, un breve texto sobre todo lo que recuerdan. Entonces prestan atención. En la siguiente clase, seleccione al azar a algunos niños para que lean la producción escrita y pida a los demás que evalúen y complementen si es necesario. Proponer esta actividad luego de promover la presentación y reconocimiento del espacio físico de la escuela (abajo)
Si su clase es de los grados 1 a 4, divida a los estudiantes en grupos. Este es un buen momento para integrar a los recién llegados. Déjelos con los veteranos, que deben comportarse como verdaderos guías y anfitriones. En cada hoja de papel, describe una ubicación en la escuela, coloca los textos en una caja y organiza una lotería. Cada grupo toma un papel e intenta adivinar qué ubicación se describe. Luego desafíe a los grupos a encontrar las ubicaciones elegidas. Al llegar al destino, los alumnos dibujan el entorno con el mayor detalle posible, anotan los nombres de los empleados que trabajan allí y su función. De regreso en clase, los grupos intercambian observaciones y registros y exhiben sus producciones. Luego pídales que produzcan un mapa de la escuela (con su ayuda, por supuesto) en una hoja de cartón. En cada ubicación específica del mapa, los dibujos son fijos. Anime a los grupos, en los próximos días, a visitar las instalaciones que aún no han sido cubiertas. En las clases de quinto a octavo grado, los niños pueden fotografiar estos lugares y hacer entrevistas más largas con los empleados. En este caso, no es necesario que confeccione el mapa y puede solicitar textos detallados sobre las diferentes “vistas” de la escuela.
Ya en los primeros días, establecer los famosos combinados puede evitar problemas y asegurar una buena relación durante todo el año. Comience discutiendo con los niños qué esperar el próximo año y cuál es la mejor manera de trabajar en grupo para lograr estos objetivos. Formule con todos (y escriba en la pizarra) la continuación de las siguientes frases: “Tenemos derecho a…” y “Todos somos responsables de…”. Recuerde que la declaración de derechos y deberes debe estar inspirada en las políticas generales de la escuela, que los estudiantes deben conocer, y centrarse en lo que se debe hacer, no en lo que está prohibido. El siguiente paso es averiguar qué otras clases de la escuela han acordado. El intercambio de información, además de enriquecer los tratados realizados por ellos, promueve la integración con colegas de otras clases. Cuando termine, pida a cada persona que copie los tratados y los pegue en el diario. Así, el texto siempre estará a mano. Además, los estudiantes pueden producir dos grandes carteles de cartón para colgarlos en la pared del aula.
Todos los años es lo mismo: ¿qué esperar de la próxima serie? Una situación desconocida siempre te da mariposas en el estómago. Para aliviar la ansiedad de los niños, anote en la pizarra algunas de las dudas y expectativas del grupo sobre el trabajo en la nueva clase e invite a algunos alumnos del siguiente grado a que las respondan. Permítales hablar libremente sobre sus impresiones y experiencias como exalumno de la serie. Este intercambio, desde el principio, hace que la clase sea más relajada y segura y valora la cooperación y la interacción entre las diferentes clases.
Inspirándose en contenidos transversales a trabajar durante todo el año, elija imágenes extraídas de revistas o periódicos: animales en peligro de extinción, diferentes profesionales en acción, niños en una línea de vacunación, mesa con alimentos saludables, individuos en situaciones de vida precaria, productos tecnológicos modernos, mujeres embarazadas, entre otros. Entregue uno a cada miembro de la clase y pídales que escriban lo que sienten o piensan acerca de la imagen. Esto permitirá conocer el nivel del texto en términos de cohesión, coherencia, adecuación gramatical y ortográfica y vocabulario. Además, aprenderá sobre los gustos, sentimientos, historias de vida y percepciones del mundo de los adolescentes.
Organice a los estudiantes en parejas y seleccione temas para discutir. Por ejemplo: Brasil, reciclaje de basura, internet, condones, desempleo, sol, música. Escriba la lista en la pizarra y en hojas de papel, que se colocan en una bolsa. Cada pareja dibuja uno, va al pizarrón y dice si aplauden o no el tema elegido. Pídale a cada uno que justifique su opinión. Uno debe complementar el discurso del otro expresando todo lo que sabe sobre el tema. Con esta actividad podrás valorar los conocimientos del grupo, su nivel de expresión y argumentación, y conocer cuáles son sus intereses. Esta información será valiosa para su planificación.
Obtenga más información en:
Teniendo en cuenta las características específicas de los estudiantes de primer año y sus necesidades de aprendizaje, este documento contiene algunas sugerencias de actividades para los primeros días de clase. Cabe recordar que muchas de estas actividades deben realizarse a diario durante todo el curso escolar.
Para cuando lleguen los niños, deberán ser recibidos por todos los maestros de 1er año. Lo importante es que existe una interacción entre los profesores y los padres de estos alumnos, por lo tanto, la escuela debe estar plenamente preparada para recibirlos.
Se debe indicar a los padres o tutores que acompañen a sus hijos a la entrada del salón, donde los recibirá el maestro. Luego, los padres deben ser enviados al patio de la escuela, para que, junto con los gerentes, puedan participar en una presentación de la propuesta de la enseñanza, la rutina de los primeros días, el respeto por las especificidades del grupo de edad, lo que los niños aprenderán durante el año (expectativas de aprendizaje), sobre cómo los padres pueden ayudar con las tareas de sus hijos, así como el desarrollo de actividades durante el año escolar.
En el aula, el profesor organizará la clase para una ronda de conversación.
Esta actividad permite a los estudiantes participar en intercambios, cuando escuchan a sus colegas, formulan preguntas y emiten opiniones sobre el tema discutido. En situaciones como esta, en las que se invita a los niños a relatar sus experiencias, sus opiniones sobre un determinado tema o tema, sus impresiones, etc., se insertan en el lenguaje oral, compartiendo colectivamente sus significados y apropiándose de los significados del otro. A través del lenguaje y la interacción, los niños pueden acceder a otras realidades. Corresponde al profesor animar a sus alumnos a este intercambio, considerando que la “conversación” debe verse como un contenido a trabajar en el aula.
En el círculo de conversación, el docente, en primer lugar, debe contextualizar el motivo de la actividad, ya que este es el primer contacto que se producirá como alumnos y docente. Corresponde al profesor presentarse, ya que esto servirá de modelo para que los niños, más tarde, sean invitados a hablar de sus vidas, por ejemplo: ¿Quién es? ¿Qué te gusta hacer cuando no estás en la escuela? ¿Asististe al preescolar? ¿Cuáles son tus platos o comidas favoritos? ¿Que juegos te gustan? Estas y otras preguntas relacionadas pueden formar parte de esta rueda de conversación.
Obtenga más información en: RUEDA PARA HABLAR: Lo que el maestro necesita saber
Las situaciones de juego favorecen la interacción, el movimiento y la autonomía de los niños. Cuando participan en juegos, los niños expresan sus sentimientos y aprenden a conocerse, especialmente cuando interactúan con adultos y otros niños. El contacto con las reglas del juego permite que los niños se apropien de las actitudes típicas de la interacción colectiva.
La alfabetización ya no se ve como un momento estanco y pasó a entenderse como un proceso, en el que el primer año juega un papel fundamental en la adquisición de la práctica de la escritura y la lectura en actividades permanentes.
Desde el primer día, el maestro puede explorar actividades de lectura y escritura de nombres propios, usando los nombres de los niños como referencia. Lo importante es que los alumnos tengan contacto con la lista de nombres de sus compañeros. El maestro debe prepararlo con anticipación y colocarlo en la pared del aula, accesible para todos.
La lista debe presentarse en orden alfabético, en mayúsculas, ya que este tipo de letra es la más adecuada para los estudiantes en proceso de adquisición del sistema de escritura. Su orden alfabético plantea muchas preguntas cuando se invita a los estudiantes a participar en la lectura de la lista, favoreciendo un conflicto cognitivo; principalmente, con nombres que comienzan con la misma letra, ya que tendrán que "afinar" sus estrategias para lectura como comparar y analizar la última letra u otras letras que diferencian un nombre de otro.
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