Las placas tectónicas están siempre en movimiento, aunque “caminan” unos centímetros al año, y esto puede traer algunas complicaciones. Recientemente, los investigadores se han dado cuenta de que la movimiento de placas australiano está ocurriendo de una forma tan intensa que incluso ha afectado a un recurso tecnológico muy utilizado en nuestra vida cotidiana.
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Situada en Oceanía, es decir, en el hemisferio sur del planeta, la placa australiana es una de las más importantes del mundo. Su desplazamiento ha sido el responsable de que Australia se mueva de una forma nunca antes vista.
Como resultado, los sistemas y actividades que dependen de tecnologías que funcionan con geolocalización se ven comprometidos.
Según los investigadores, la placa australiana se mueve en el sentido de las agujas del reloj hacia el noreste a una velocidad estimada de 7 cm por año. Estos datos hacen que la placa australiana aparezca en el grupo de las placas más rápidas del mundo en la actualidad.
Como decía, el movimiento de la placa australiana está desplazando a Australia y, por tanto, las tecnologías que utilizan la geolocalización se están viendo afectadas. El más conocido de ellos es el GPS, que actualmente tiene una precisión fenomenal.
Gracias al GPS podemos acceder a ubicaciones desde cualquier parte del mundo, las cuales están disponibles a través de coordenadas.
Sin embargo, el movimiento de la placa australiana hace que cambie la posición de Australia y, en consecuencia, cambien las coordenadas.
Como resultado, el sistema GPS sufre interferencias y su precisión se ve amenazada, ya que las coordenadas que muestra ya no son las mismas.
Todo este proceso trae consigo la necesidad de que los profesionales presten una mayor atención a este tipo de tecnologías. Es decir, tendrán que trabajar.