Los apellidos, también conocidos como apellidos o apodos, son una parte integral de los sistemas de nombres utilizados en muchas culturas alrededor del mundo.
Por lo general, se heredan de generación en generación y se transmiten de padres a hijos, estableciéndose una conexión entre los miembros de una misma familia.
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Los apellidos pueden tener orígenes variados, reflejando características geográficas, ocupaciones, características personales, relaciones familiares u otros aspectos importantes para una comunidad determinada.
Durante el siglo XIX y principios del XX, hubo una flujo migratorio número de italianos a Brasil, lo que resultó en una importante comunidad de descendientes de italianos en el país.
Actualmente, Brasil ostenta el título de tener la mayor población de descendientes de italianos fuera de Italia, con alrededor de 30 millones de residentes ítalo-brasileños.
Entre las regiones de Brasil, São Paulo alberga la mayor concentración de descendientes de italianos, con aproximadamente 13 millones de personas, lo que corresponde al 32,5% de su población total.
El estado de Paraná también tiene una presencia significativa de descendientes de italianos, que representan alrededor de 3,7 millones de individuos, lo que representa el 37% de su población.
En Rio Grande do Sul, aproximadamente 3 millones de personas tienen ascendencia italiana, lo que corresponde a cerca del 27% de su población.
Estas estadísticas subrayan la influencia y el legado de la inmigración italiana en estas regiones, contribuyendo a la diversidad étnica y cultural del país.
En determinados casos, la propia composición del nombre completo o apellido puede ofrecer valiosas pistas sobre la historia y ascendencia de una persona. Los apellidos italianos, por ejemplo, pueden sugerir un origen italiano.
Si tiene uno de estos 17 apellidos más comunes en Italia, es posible que tenga ascendencia italiana:
Hay dos formas de adquirir la ciudadanía italiana, siendo la más común conocida como “jus sanguinis” (derecho de sangre), que no tiene limitación de generaciones y se aplica a todos los individuos con ascendencia italiano.
En el caso de la línea paterna, la ciudadanía italiana se concede cuando todos los antecesores son varones.
Sin embargo, si hay una persona de sexo femenino en la línea de descendencia, solo puede transmitir su ciudadanía a los hijos nacidos después del 1 de enero de 1948.
Si los nacimientos son anteriores a esa fecha, es necesario acudir a un proceso judicial para obtener el reconocimiento de este derecho.
Esto significa que solo a través de una decisión judicial será posible obtener el reconocimiento de la ciudadanía italiana en estas situaciones específicas.
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