Vivimos en un contexto cultural en el que se nos anima a consumir lo que ellos consideran fuentes de placer. Al acceder a cualquier fuente de comunicación, nos encontramos ante publicidades de bebidas, alimentos, consumo de bienes e incluso contextos eróticos, por lo que podemos consumir de forma exacerbada. Si no ponemos freno a los estímulos entrantes, podemos desarrollar compulsiones.
Para nuestra mente es un auténtico caos, porque la tendencia será a consumir cada vez más. En realidad, todos generan placer y son necesarios para la subsistencia humana, en la dosis justa.
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Saber discernir el tamaño del consumo y valorar si estamos entrando en un estado de compulsión es compromiso de todos, para que no desestabilice nuestra vida. Se considera binge cuando ya no tenemos control sobre el consumo y no hay nada que podamos hacer solos para dar un “stop”. En ese caso necesitamos ayuda experta para contener la compulsión y el estado adictivo.
Bebidas
Es muy común usar bebida alcohólicacomienzan socialmente y la sustancia misma reacciona en el cuerpo de una manera que exige un consumo cada vez más intenso. Esto sucede sin que las personas se den cuenta e incluso en el estado de compulsión, a menudo no se dan cuenta de la trampa en la que cayeron. Suelen necesitar de terceros que les alerten sobre la situación en la que se encuentran y aun así, se resisten a cualquier intervención.
Alimentos
La compulsión por la comida también comienza como una forma de placer. Las personas con esta tendencia buscan nutrir el cerebro de satisfacción, incluso sin darse cuenta. Es importante señalar que existen alimentos que hacen adictivo al organismo: el azúcar, el gluten y la lactosa. Los alimentos derivados de la leche y la harina de trigo tienen sustancias adictivas y pocas personas lo saben. La tendencia de quienes consumen estas sustancias es aumentar cada vez más, porque el organismo es adicto y requiere un consumo aún mayor. Estos alimentos citados son antiinflamatorios y para satisfacer la demanda de bacterias, necesita cada vez más consumo.
Pornografía
La mayoría de las investigaciones sobre la adicción sugieren que activa regiones del cerebro asociadas con la motivación y la recompensa. Se considera compulsión, cuando la persona incumple los compromisos esenciales, a involucrarse con la fuente de placer de la pornografía. También es adictivo, ya que exige una gran cantidad de tiempo y encuentra la fuente del placer, que se vuelve inagotable.
Compras
La compra por impulso se produce incluso en contra de la voluntad consciente del individuo y está impulsada por un sentido de urgencia que termina siendo perjudicado. Si no encontramos mecanismos de información y generación de hábitos de autocontrol y restricción de la indulgencia que ayudar a resistir esta combinación de factores, la persona se enfrenta a una futura crisis existencial y mayores deudas
Adquiere el hábito de vigilarte constantemente, eso es a tiempo para no caer en compulsiones.
Mientras no hayas caído en la condición de perder el control, está bien. Pregúntese constantemente acerca de sus acciones y evalúe su condición. Si ya te das cuenta que estás en la condición de alguna compulsión, busca ayuda de un profesional especializado.
Psicóloga, posgraduada en Dirección de Empresas Coaching Ejecutivo y Habilidades. Escritora con formación internacional en escritura creativa y narración. Investigador en Dakila Pesquisas, creación de metodología de Coaching Pedagógico para padres y educadores.