Es muy común que a veces te olvides de pedirle a alguien que cambie el gas, y en medio de la preparación de una comida, no puedas terminar de cocinar. Sin embargo, ¡tus problemas terminaron ahora! Conozca ahora cómo puede cambiar su gas usted mismo, manteniendo el cuidado adecuado. Compruébalo a continuación.
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El primer paso para aprender a reemplazar el gas es apagar la caja registradora y otras fuentes de ignición y chispas cercanas. Si es necesario, utiliza un martillo de cocina para darle más fuerza (este artículo debe formar parte de tu lista de utensilios de cocina imprescindibles).
Lo ideal es que limpie su cilindro con un producto de limpieza y un paño seco tan pronto como se lo entreguen.
Un error muy común es quitar los sellos con objetos afilados. Para su seguridad, siempre retire con cuidado el sello con la mano. Por lo tanto, evite usar cuchillos o tijeras durante este paso, ya que esto podría dañar la válvula.
Tome su cilindro vacío, retire el regulador de presión y luego colóquelo en la nueva válvula, usando solo sus manos.
Coge una esponja empapada en agua jabonosa y pásala por la válvula para comprobar que no hay fugas de gas. Si salen burbujas de la espuma, te darás cuenta de que tu gas tiene una fuga y luego tendrás que repetir el proceso de instalación.
Por último, compruebe siempre que la estructura de la instalación sea la correcta. Sin embargo, en caso de fuga persistente, no dude en apagar el registro y llamar al número de etiqueta, llamando así a un profesional calificado.