Todos los humanos experimentan el poder en algún momento de sus vidas. Ya sea liderando un trabajo en equipo, actuando en posiciones administración o criar a un hijo, estar en esta posición suele ser agradable. Además, da a los hombres un sentido de importancia en el mundo. Algunas personas sienten la necesidad de estar siempre en una posición de poder, lo que las vuelve casi abusivas. Vea las señales de que alguien es un fanático del control.
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Imponer tus necesidades puede, en exceso, quitarte toda la creatividad y capacidad de diálogo con las personas que te rodean. Como resultado, puedes sentirte cada vez más alejado de tus amigos, después de todo, nadie quiere sentirse subordinado todo el tiempo.
Las personas controladoras necesitan admitir que tienen un problema. Este es el primer paso para adquirir una vida más relajada junto a quienes realmente disfrutan estar en tu compañía. Vea los principales signos de este mal:
Esperas que todos sigan tu agenda
Imagina el siguiente escenario: estás programando un viaje y eliges definir todas las rutas, los buses que todos tomarán y los restaurantes que visitarán. En tu agenda no hay lugar para imprevistos, por lo que no permites que nadie quiera cambiarlo todo para no estropear tu agenda.
Sí, es posible que tenga problemas de control.
Aunque cree que debe definir cómo debe ser el viaje, ya que investigó más para eso, la espontaneidad es la gracia de estos momentos. Todos tienen derecho a definir lo que quieren hacer en este nuevo entorno. Prohibir a las personas solo para que sigan tus pasos es bastante egoísta.
Usted toma cualquier desacuerdo como algo personal.
A los controladores maníacos no les gusta que los contradigan y toman cualquier crítica a sus ideas o pensamientos como un ataque personal. Cuando no, decide desacreditar todo lo que dice la otra persona para no sentirse mal. Por esta razón, es extremadamente difícil dialogar con aquellos que controlan, ya que las personas tienden a sentir siempre que están siendo manipulado o disminuido.
Pretendes que estás hablando
Tienden a disfrazar este defecto fingiendo que respetan la opinión de los demás. De esta manera, pretenden considerar lo que deseas cuando, en realidad, solo están viendo la mejor manera de negarlo sin que sientas que tus deseos están siendo ignorado. Este engaño puede funcionar las primeras veces, pero pronto todos se dan cuenta de lo que está pasando.