Es conocimiento científico que los árboles, plantas y las hojas en general liberan pequeñas descargas eléctricas (llamadas coronas) cuando se encuentran en medio de los campos eléctricos creados por las tormentas en la naturaleza. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que estas chispas podrían estar cambiando la calidad del aire de formas sin precedentes.
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Como no se conoce el efecto de estos pequeños choques en la atmósfera, se llevó a cabo una investigación al respecto. Así, este estudio fue publicado el 9 de agosto en el Revista de Investigación Geofísica: Atmósferas.
De esta manera, los estudiosos crearon en un laboratorio estos campos eléctricos formados por la tormenta y Examinó las coronas que ocho especies de plantas diferentes produjeron en diferentes condiciones. ambiental.
Los hallazgos demostraron que cada corona generó una cantidad significativa de radicales libres, que son sustancias químicas que pueden alterar significativamente la calidad del aire circundante.
Los dos radicales libres que producen las plantas se llaman hidroxilo (OH) e hidroperoxilo (HO2). Se sabe que ambos oxidan o roban electrones de una variedad de compuestos químicos diferentes y los convierten en otras moléculas.
William Brune, investigador y coautor de este estudio, afirmó que el radical hidroxilo contribuye a la oxidación efecto atmosférico general de muchos contaminantes del aire, ya que naturalmente tiene un mayor impacto en la calidad del aire.
Según Brune, un radical hidroxilo puede eliminar moléculas atmosféricas dañinas y ayudar a combatir el cambio climático si reacciona con gases que afectan la atmósfera, como el metano, por ejemplo.
Sin embargo, si el mismo radical reacciona con el oxígeno, puede producir ozono, que es tóxico para los humanos a pesar de desempeñar un papel importante en las altas atmósferas. Según él, las sustancias radicales también pueden producir partículas de aerosol, que dañan la calidad del aire.
Dada la abundancia de árboles en áreas propensas a tormentas, las coronas producidas por plantas puede ser una fuente de radicales con poca investigación y un impacto altamente impredecible en la calidad de la aire.
Los investigadores quieren continuar estudiando estas coronas con más detalle para comprender completamente el efecto que tienen en la calidad del aire localizada y en una escala global más amplia.