La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que puede desarrollarse a cualquier edad, aunque los casos antes de la pubertad son poco frecuentes. Además, esta condición se desarrolla lenta y gradualmente, lo que dificulta su diagnóstico en los niños. Sin embargo, según algunos estudios, muchos niños y adolescentes menores de 20 años tienen esta condición. A continuación se presentan algunos síntomas que indican la presencia de diabetes tipo 2 en la vida de un niño.
Lea mas: El uso de tés para tratar la diabetes tipo 2 es real; Consulta las mejores opciones
vea mas
Las gotas oftálmicas de terapia génica traen esperanza a millones de personas...
Mejor salud en dos días: la sorprendente eficacia de los entrenamientos finales...
De hecho, todos los síntomas son similares tanto en niños y adolescentes como en adultos. Por lo tanto, un niño con diabetes tipo 2 puede mostrar algunas señales de advertencia. Vea a continuación cuáles son estos síntomas.
Los niños con diabetes tipo 2 pueden orinar más que antes de tener la afección. Esto se debe a que cuando hay demasiada azúcar en la sangre, el cuerpo expulsa parte del azúcar a través de la orina y el exceso de agua sigue el flujo.
Es muy común que los niños con esta condición sientan una mayor necesidad de beber más líquidos, generalmente agua, de lo habitual. Esto se debe a que el aumento de la micción puede provocar deshidratación y, en consecuencia, aumentar el deseo de beber líquidos.
En caso de que alguna herida del niño tarde mucho en sanar, es mejor vigilarla. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden provocar tiempos prolongados de cicatrización de heridas e infecciones de la piel.
Si el cuerpo no controla el azúcar en la sangre de manera efectiva, los niños pueden sentirse fatigados con mayor frecuencia. Por lo tanto, en este caso, el malestar físico y emocional también puede derivar en una depresión general.
La resistencia a la insulina puede conducir al desarrollo de una condición de la piel llamada "acantosis nigricans" que hace que las áreas de la piel se oscurezcan. Presta atención a las axilas y la nuca, que son las zonas más afectadas.
Además, la condición de visión del portador de diabetes tipo 2 también puede verse afectada. Al tener altos los niveles de glucosa en sangre, puede haber mayor dificultad para enfocar ese órgano.