También conocido como el "monstruo del agua", el ajolote parece sacado de una caricatura. Cuando alcanza la etapa adulta, aún conserva características de cuando era una larva.
Con otros nombres como ajolote o ajolote, Ambystoma mexicanum ha ido destacándose y ganando fama entre los aficionados a la fauna acuática. Pero si nunca habías oído hablar o sabías poco sobre esta especie de salamandra, echa un vistazo ahora a cinco curiosidades sobre el ajolote.
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Por mucho que algunos lo llamen el “pez caminante”, sepa que estos peculiares animales pertenecen a la clase de los anfibios. Es decir, de la misma clase que los sapos, las ranas y las ranas arborícolas.
En resumen, los ajolotes son un tipo de salamandra. Forman parte del orden de los anfibios caudados que tienen apariencia de lagarto. Por ello, es común que muchos la conozcan con el nombre de salamandra ajolote.
En biología, la neotenia es la permanencia de ciertas características del estado larvario, tanto físicas como conductuales, en animales ya en estado adulto.
Al ser una especie de salamandra, lo común sería que los animales de este orden se desarrollaran en el agua y tras la metamorfosis, se convirtieran en terrestres.
Sin embargo, los ajolotes incluso sufren cambios. Pero, en general, se mantienen con las características del estado larvario de la salamandra durante toda la vida, como las branquias externas y la aleta caudal.
Las salamandras ajolote siempre han llamado la atención de científicos de todo el mundo por ser los únicos animales vertebrados capaces de regenerarse. Por lo tanto, esta especie es aún más curiosa.
Por ello, entre sus impresionantes habilidades se encuentra la capacidad de curar heridas sin dejar marcas ni cicatrices. La regeneración de extremidades amputadas, y la reparación completa de la médula espinal en caso de lesiones.
Por ello, los científicos creen que, en un futuro próximo, estos animales podrán contribuir a la medicina humana en el tratamiento de lesiones y heridas.
Hoy en día, el lago Xochimilco, ubicado en la Ciudad de México, es el único lugar en el mundo donde es posible encontrar ajolotes de forma nativa y salvaje. Pero hay pocas copias.
Según un censo realizado entre 1998 y 2008, en 1998 el lago albergaba una población de seis mil ajolotes. Ese número ya se había reducido a mil en 2003 y a 100 en 2008.
Los investigadores aseguran que las principales causas de la amenaza de la especie son la contaminación del agua y la introducción de animales “invasores”, como la carpa y la tilapia, en el lago Xochimilco.
Por mucho que se vuelvan cada vez más raros en la naturaleza, los ajolotes se han criado en cautiverio tanto con fines de estudio científico como aficionado. En Brasil, no hay permiso para la creación de ajolotes como mascotas.
Sin embargo, son las únicas especies de salamandras que se pueden criar en casa. Pero cabe mencionar que son animales muy sensibles y, al igual que otros animales exóticos, necesitan unas condiciones específicas y adecuadas.
Para empezar, es importante nunca poner peces en la misma pecera que un ajolote. Sus branquias externas son atractivas para los peces, quienes pueden intentar mordisquearlas, molestando a los ajolotes.
En relación al agua utilizada para su elaboración, lo ideal es que mantenga una temperatura entre 16°C y 20°C, y un rango de pH entre 6.5 y 8.0. Como dijo anteriormente, los ajolotes son muy sensibles, sobre todo a las sustancias tóxicas, por lo que tenga un buen sistema de filtrado y evite atraparlos con las manos.