Recientemente, un mujer embarazada tuvo una experiencia bastante desconcertante, siendo llamada gorda y floja por otros pasajeros en el autobús en el que estaba sentada. Así ocurrió en el caso que a continuación relatamos, de una mujer embarazada y una anciana.
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En esa ocasión, una señora le pidió que cambiara de asiento, a lo que ella se negó por su seguridad y la del bebé. La mujer compartió la historia en una comunidad en Reddit, preguntándose si actuó correctamente. Sigue leyendo y conoce más sobre este curioso caso..
Todo comienza cuando la mujer de 26 años se sube a un autobús para volver a casa después de una jornada laboral de ocho horas, un trayecto que dura unas dos horas. Explicó que se subió en la primera parada y que sólo se bajaría en la última. Un detalle: en el momento en que subió, el autobús estaba muy ocupado, con solo un asiento doble disponible.
Como la historia se desarrolla en Inglaterra, donde los autobuses suelen tener dos pisos, dijo que en situaciones normales verificaría si había más asientos disponibles en el segundo nivel de transporte. Sin embargo, en esta ocasión, tenía bolsas relativamente pesadas y no se sentía segura subiendo las escaleras con ese peso, ya que estaba en su semana 18 de embarazo.
De esta manera, se sentó en el asiento doble en el mismo nivel inferior. Resulta que, a la mitad del viaje, una señora que usaba un bastón le pidió que cambiara de asiento. La mujer dijo en Reddit que esta señora ni siquiera fue educada, y que entendió que era para hacerle espacio para que se sentaran juntas, ya que el asiento era doble.
Pero, cuando la mujer empezó a guardar las cosas para liberar espacio, la señora dijo que no, que quería que ella encontrar otro lugar para sentarse, ya que ese banco era el preferido, y que claramente ella no se adaptaba a ese grupo. Finalmente, la mujer mayor le dijo a la futura madre que fuera a buscar otros asientos en el nivel superior.
A embarazada, sin embargo, se negó alegando que no subiría las escaleras con el peso que cargaba, pero dijo que no le importaba que la señora se sentara a su lado. A la mayor no le gustó la propuesta, diciendo que no se siente segura sentada al lado de otras personas, incluso ordenando a la embarazada que mueva su trasero “gordo” y “perezoso”.
Luego de aclarar que estaba embarazada, otro pasajero se levantó y le dio paso a la señora, no sin antes lanzar una mirada crítica a la mujer embarazada.
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