A Porcelanase está preparando para enviar pez cebra a su estación espacial, Tiangong, en una iniciativa que pretende estudiar la interacción entre estos pequeños seres y los microorganismos en un ecosistema cerrado.
Los experimentos con peces ayudarán a la investigación sobre la pérdida ósea en astronautas, un desafío al que se enfrentan quienes pasan largos periodos en entornos de microgravedad. Obtenga más información a continuación.
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Zhang Wei, asistente del comandante en jefe del sistema de aplicaciones espaciales tripuladas de China, dio a conocer el plan durante el Seminario de Aplicación de Proyectos de Aplicación y Ciencia de la Estación Espacial celebrado en Beijing el 10 de julio.
El objetivo es avanzar en el conocimiento sobre las adaptaciones de los peces en entornos de microgravedad y su comportamiento en tales condiciones.
(Imagen: NASA/Reproducción)
Si bien este es un nuevo esfuerzo para China, no es la primera vez que se envían peces al espacio. En 1976, el Unión Soviética envió al pez cebra, también conocido como Danio Rerio, a la estación espacial Salyut 5 a bordo de la misión Soyuz 21.
En ese momento, los cosmonautas soviéticos realizaron experimentos capaces de revelar que los peces mostraban cambios de comportamiento en respuesta al entorno de microgravedad.
La investigación con animales en el espacio no es nada nuevo. Desde los albores de la exploración espacial, monos, ratones, perros, conejos, conejillos de indias, insectos, ratas, Se enviaron chimpancés, gatos, tortugas y moscas en misiones para comprender mejor los efectos del entorno espacial en organismos vivos.
A NASA, por ejemplo, envió el primer mono, Albert 1, en 1948, y el primer mono que sobrevivió a un vuelo espacial fue Yorick en 1951. Más tarde, la Unión Soviética envió a la famosa perra Laika a bordo del Sputnik 2 en 1957, convirtiéndose en la primer ser vivo en entrar en la órbita terrestre, aunque lamentablemente no sobrevivió por mucho tiempo tiempo.
A pesar de las pérdidas, la investigación con animales en el espacio proporcionó información valiosa para los científicos, permitiendo avances tecnológicos y contribuyendo a la preparación de futuros misiones espaciales tripulado.
Los experimentos ayudaron a comprender los efectos de la microgravedad en los organismos vivos y a desarrollar medidas de mitigación para los desafíos que enfrentan los astronautas durante las misiones espaciales a largo plazo duración.
Con los avances en la tecnología espacial y el compromiso continuo con la exploración espacial, estudios como el envío de peces cebra a la estación espacial Tiangong representa otro paso importante en la búsqueda de una mejor comprensión del espacio y sus interacciones con la vida en Tierra.