Los niños a menudo piden ayuda a sus padres con sus tareas. Pero resulta que los padres completan todas las actividades para los niños. Esto puede pasar mucho por preocuparse por las calificaciones. Sin embargo, la familia debe alentar a los pequeños a ser autónomos en lo que respecta a las tareas escolares.
Entonces, ¿cómo puedes equilibrar este deseo al ayudar a tus hijos con la tarea? Comprender ahora cómo apoyar y no perjudicar el proceso educativo de los niños.
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El psicólogo y neurocientífico de la Universidad de Duke (EE. UU.), Harris Cooper, hizo un estudio y concluyó que la edad marca la diferencia a la hora de hacer las tareas del hogar. Incluso llegó a la conclusión de que los beneficios de las actividades son menores si los niños son más pequeños.
La psicóloga también afirmó que las actividades que deben realizarse fuera de la institución educativa pueden traer una imagen negativa de la institución. Por lo tanto, es necesario que los padres estén atentos para ver si la escuela está aplicando bien las actividades en el hogar.
Los padres suelen tener una jornada laboral larga o están muy involucrados con las actividades del hogar. Por lo tanto, resulta mucho más práctico realizar todas las actividades para los niños, en lugar de guiarlos. Por no hablar de que a veces los plazos son cortos, y eso hace que los padres acaben haciéndose cargo del trabajo.
Estas actitudes pueden parecer más eficientes, pero esto anima al niño a buscar siempre soluciones fáciles para todo. Por lo tanto, la capacidad de análisis y las etapas del conocimiento se ven perjudicadas.
No apresure al niño a terminar la tarea rápidamente. Esto puede ponerlo más ansioso y su hijo puede ver la tarea como algo doloroso y no como un proceso de aprendizaje.
Respete el tiempo del niño y, si es necesario, ofrezca su ayuda.
Incluso si algo en la actividad está mal, no lo borre y hágalo de otra manera. Si el niño ya está seguro de que la actividad es correcta, es probable que preste menos atención a la corrección en el aula.
Simplemente anime a su hijo a revisar todos los materiales disponibles para ver si es correcto. Y si él cree que sí, ¿cómo llegó a esa conclusión?
Es muy importante ayudar a su hijo a la hora de realizar las actividades. Pero, evítelo cuando esté muy cansado. Cuando llegue a casa del trabajo, relájese un poco y luego ayude al niño con la tarea. De esta manera, estarás más relajado y te ayudará mejor.
Deje que el niño llegue solo a la conclusión de las respuestas. Puede dar consejos e incluso programar un horario de estudio. Demuestra que te preocupas por su rendimiento académico.
Ahora mira algunas actitudes muy importantes para ayudar a tu hijo a realizar actividades en casa:
Es fundamental que se generen hábitos positivos. Por eso, programe los horarios para merendar, jugar, bañarse y hacer ejercicio. Vea cuál es la mejor hora del día para hacer la tarea.
Demostrar al niño que estás feliz de que haya hecho todas las actividades escolares es una gran estrategia, ya que a los pequeños les gusta mostrarle a la familia lo que hacen. Los estimula a dar lo mejor de sí mismos.
Montar un espacio de lectura, con libros de referencia y literatura. Esto fomenta el gusto por la lectura y la investigación. Atlas, diccionarios, calendarios y revistas son excelentes para continuar con este proceso. Así como una caja con lápices, papel, tijeras, regla y otros materiales que puedan ser de utilidad para las tareas.
Lleve un registro del horario de su hijo. Por lo general, las escuelas envían mensajes a los padres sobre días festivos o fechas importantes y los padres deben mostrar que están al tanto. Imprescindible conocer los días de pruebas y entregas de actividades. Asistir a las reuniones de padres también es clave para saber cómo está progresando el niño.
Esté siempre presente en la vida cotidiana de su hijo. Pregúntele cómo estuvo su día, si tiene problemas con algún contenido y si necesita ayuda. Además, juegue juegos con el niño, ya que ellos también necesitan relajación.
Lleve a su hijo a bibliotecas, museos, teatros u otros lugares que fomenten la cultura. Cuanto más pequeño es el niño, más fácil es conseguir que cree esta costumbre.
Los padres participantes facilitan el aprendizaje y cuando el niño siente esta presencia de los padres, se dedica aún más a sus estudios. Por lo tanto, incluso con una rutina muy ocupada, haga todo lo posible para estar más presente en la vida escolar del niño. También reserve un poco de tiempo extra para programar diferentes actividades. Con eso, este se convertirá en un adulto más independiente y en un gran profesional.