Los verdaderos sueños nunca deben abandonarse, incluso frente a grandes obstáculos y retrasos. Esta es una reflexión importante que representa a una persona muy inspiradora: la Sra. Alice Seraphim, 73 años.
Ella entiende que nunca es demasiado tarde para comenzar y actualmente es una de las estudiantes más diligentes del mundo. curso de ingenieria de produccion.
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La hermosa historia de la Sra. Allice sobre la superación de las dificultades se basa en la historia de las prohibiciones de su padre sobre sus estudios. Por lo tanto, no pudo aprender a leer y escribir cuando era pequeña. Más tarde, su esposo tampoco le permitió estudiar, pero como ese siempre fue su sueño, la Sra. Allice nunca se dio por vencida.
Las alegaciones de su padre y de su esposo eran que, como mujer, Allice no necesitaba estudiar y, eso sí, cuidar la casa y la familia.
Sin embargo, a los 59 años decidió volver a las aulas y, hoy, entre sus compañeros que rondan los 20 años, la anciana destaca por su empuje y determinación.
Miss Allice nunca abandonó su deseo más fuerte, aprender a leer y estudiar. Desde muy joven, luchó y aprendió a sí misma a leer y escribir. La Biblia fue su principal material de enseñanza. Con la ayuda de un lápiz y un cuaderno, escribió las palabras que encontró en la Biblia hasta que pudo aprenderlas y crear sus primeras oraciones. Sin embargo, su trayectoria en los estudios se limitó a eso por mucho tiempo, debido a la resistencia de su esposo.
Muchos años después, tras la muerte de su marido, su gran sueño de estudiar pudo reaparecer como su mayor meta. Durante este período, Allice se mudó de la capital de São Paulo a su ciudad natal, Catanduva, y terminó el ciclo de educación básica a través del Sistema de Educación de Jóvenes y Adultos (EJA).
Desde entonces, nunca ha dejado de lado sus estudios, siguiendo su carrera académica. Además, también se dedicó a aprender a hablar en público y asistió a clases de guitarra, contabilidad y computación básica.
Tras finalizar el curso complementario para terminar el bachillerato, la anciana decidió matricularse en la carrera de Ingeniería de Producción cuando vio un anuncio de una universidad privada en la ciudad que ofrecía una beca para el curso. Allice no lo pensó dos veces y decidió tomar el examen de ingreso y competir por ese sueño.
En 2018 ingresó a la universidad y nunca se dio por vencida, enfrentó todas las barreras y superó cada una de ellas. de ellos, sin perder un día de clase, como uno de los estudiantes más diligentes de la clase y muy querido por estudiantes.
Aunque encuentra dificultades, la Sra. Allice aclara todas sus dudas con los maestros y sueña con ingresar al mercado laboral.
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