El Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos elaboró una primera versión de la medida provisional que regulará la educación en el hogar en el país.
En una nota, el ministerio explica que los detalles solo deben ser divulgados cuando el texto esté finalizado, ya que puede sufrir cambios en la Casa Civil y en el Congreso Nacional.
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La ministra encargada de la cartera, Damares Alves, destacó que, aunque el tema pertenece al campo de la educación, "es una demanda familiar", por lo que debe ser sugerida por el ministerio encargado.
“Entendemos que es derecho de los padres decidir sobre la educación de sus hijos, es un tema de derechos humanos. Entonces, la iniciativa sale de este ministerio bajo este aspecto. Es un tema de derechos humanos también. Y somos signatarios del Pacto de San José de Costa Rica, que garantiza esto a las familias”, dijo, según la oficina de prensa.
El año pasado, el Supremo Tribunal Federal (STF) decidió no reconocer la educación domiciliaria de los niños. Para la Corte, la Constitución prevé únicamente el modelo de educación pública o privada, cuyo registro es obligatorio, y no existe una ley que autorice la medida.
De acuerdo con la lógica adoptada por la mayoría de los ministros, la solicitud formulada en el recurso, que discutía la posibilidad de que la educación en el hogar sea considerados lícitos, no pueden ser aceptados, ya que no existe una legislación que regule los preceptos y normas aplicables a este tipo de enseñanza.
Durante la discusión en el STF, el año pasado, la Abogacía General de la Unión (AGU) y el Procurador General de la República se mostraron en contra de la educación en el hogar.
La PGR entendió que “la utilización de instrumentos y métodos de educación domiciliaria para niños y adolescentes en edad escolar, en sustitución de la educación en los establecimientos escolares, por elección de los padres o tutores, no encuentra fundamento propio en la Constitución Federal".
Regular el derecho a la educación en el hogar, conocido como homeschooling, está entre los 35 objetivos prioritarios de los primeros 100 días del gobierno de Jair Bolsonaro.
La demanda de regulación de la educación en el hogar fue llevada al gobierno por la Asociación Nacional de Educación en el Hogar (Aned). El presidente de la asociación, Ricardo Dias, dice que contactó al Ministerio de Educación (MEC) y al Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos. Según él, la agenda fue bien recibida por ambos ministerios, pero se decidió que el segundo sería el encargado de velar por la regulación.
“Sugerimos un parlamentario. Acudimos al gobierno ante la situación de que el STF dejaba a las familias en una especie de limbo legal. Fue una decisión muy extraña, incluso un poco paradójica. Lo que dijo el STF es que la Constitución no prohíbe, pero tampoco garantiza. Para garantizarlo tiene que haber una ley y si hay una ley, ok”, dice.
La entidad participó en la construcción de la medida provisional. Según Dias, se trata de un texto simple, cuyo principal objetivo es no imponer mayores restricciones a la educación en el hogar, como exigir, por ejemplo, formación en pedagogía. Estima que más del 90% de los padres que educan a sus hijos en casa no cuentan con esta formación.
Según el presidente de Aned, el texto sugerido debería garantizar a los niños que estudian en casa la mismos derechos que los demás, como el carné de estudiante y el derecho a pagar la mitad de precio en las atracciones cultural. Además, debe prever un registro nacional de familias que opten por este tipo de educación.
“Estamos a favor de tener algún tipo de registro. Eso es importante, para que no se confunda con la evasión escolar”, dice Dias, y agrega que eso ayudaría en la fiscalización por parte del gobierno.
La última encuesta de Aned, de 2018, muestra que 7.500 familias educan a sus hijos en casa, cifra que representa más del doble de las 3.200 familias identificadas en 2016. Se estima que 15.000 niños reciben educación en el hogar. La estimación del gobierno es que 31.000 familias son hinchas de la modalidad.
De aprobarse la medida provisional, la educación en el hogar deberá ser regulada por el Consejo Nacional de Educación (CNE). En el año 2000, el consejo emitió un dictamen ordenando que los niños y adolescentes fueran matriculados en escuelas debidamente autorizadas.
El CNE también entiende que la legislación vigente destaca “la importancia de intercambiar experiencias, de ejercer una tolerancia recíproca, no bajo el control de de los padres sino en la convivencia en las aulas, los pasillos escolares, los espacios recreativos, en las salidas grupales fuera del colegio, en la organización de actividades deportivas, literarias o de sociabilidad, que exigen algo más que hermanos, para que reproduzcan la sociedad, donde la ciudadanía será ejercido”.
Buscado por Agência Brasil, el CNE dice que esa es la última posición del colegiado que aún no tuvo acceso al texto de la medida provisional. El tema está en la agenda del CNE, que el año pasado realizó seminarios y reuniones sobre el tema.