En los últimos cinco años, de 2014 a 2018, la matrícula de estudiantes con necesidades especiales creció un 33,2% en todo el país. Los datos son del Censo Escolar divulgado por el Inep.
En el mismo período, el porcentaje de los incluidos en clases comunes también aumentó del 87,1% al 92,1%.
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En 2014, había 886.815 alumnos con discapacidad, altas capacidades y trastornos generalizados del desarrollo matriculados en escuelas brasileñas. Este número ha ido aumentando año tras año. En 2018, alcanzó alrededor de 1,2 millones. Entre 2017 y 2018 hubo un aumento de aproximadamente 10,8% en las matriculaciones.
Según datos del Censo, la red pública tiene la tasa más alta de alumnos en clases comunes. En las escuelas, el 97,3% del alumnado con necesidades educativas especiales estuvo en estas clases en 2018. En la red privada, el porcentaje fue del 51,8%.
Por ley, a través del Plan Nacional de Educación (PNE), Brasil debe incluir en la escuela a todos los estudiantes de 4 a 17 años. Los estudiantes con necesidades especiales deben estar preferentemente matriculados en clases comunes.
Para eso, Brasil debe garantizar todo el sistema educativo inclusivo, salas de recursos multifuncionales, clases, escuelas o servicios especializados, públicos o asociados.
Según datos del Censo, el 38,6% de las escuelas primarias públicas y el 55,6% de las privadas cuentan con baños para personas con necesidades especiales. Además, también en la educación primaria, el 28% de los colegios públicos y el 44,7% de los privados cuentan con instalaciones adecuadas para personas con necesidades especiales.
En secundaria, el 60% de las escuelas públicas y el 68,7% de las privadas cuentan con baño especial y el 44,3% de las públicas y el 52,7% de las privadas cuentan con instalaciones adecuadas. Con información de Agência Brasil.
