La disciplina que capacita a los enfermeros en la prevención del suicidio será ofrecida por la Universidad de São Paulo (USP). El módulo de Introducción a la Prevención y Postvención del Suicidio será impartido por la Escuela de Enfermería de Ribeirão Preto, en el interior de São Paulo.
El asunto comenzará en agosto y continuará hasta noviembre de este año. Según la institución, se trata de una iniciativa pionera en el país destinada a capacitar a los estudiantes en la identificación y prevención de situaciones de riesgo.
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La propuesta del curso fue presentada por la profesora Kelly Graziani Giacchero Vedana. El motivo fue la necesidad de que los estudiantes tuvieran un conocimiento profundo sobre el tema, desmitificando las dificultades de abordaje enfrentadas profesionalmente.
A través del plan pedagógico, los estudiantes desarrollarán habilidades que evalúen los potenciales suicidios, factores de riesgo y protección, además de las necesidades y cuidados dirigidos tanto al individuo como a parientes.
Kelly señala que la utilidad de la disciplina va más allá de la prevención en casos de mayor o menor riesgo potencial, pasando a la post-vención. Es el período en el que el paciente necesita ser asistido después de un intento, y también los familiares de quienes se suicidaron.
El trabajo de prevención del suicidio no se limita a ofrecer la disciplina en la Escuela de Enfermería. Además del módulo, la institución pretende ofrecer charlas y cursos sobre el tema dirigidos a la comunidad en general.
Kelly Graziani refuerza que uno de los principales temas relacionados con el tratamiento del tema se refiere a las emociones, mitos y creencias dirigidas hacia el suicidio. Por tanto, uno de los mayores retos está ligado al comportamiento que pueda surgir en la relación con el paciente.
La propia complejidad del tema es desafiante, ya que el profesional de la salud debe saber lidiar con la individualidad de los casos. Por lo tanto, el docente cree en el potencial de la nueva disciplina, permitiendo ampliar los conocimientos adquiridos.
La intención es que los estudiantes se conviertan en multiplicadores, a partir del intercambio de aprendizajes con otras regiones del país. Así, se intentará modificar las políticas públicas aplicadas al suicidio.
Brasil tiene un promedio nacional de 5,5 muertes por cada 100.000 habitantes relacionadas con el suicidio. Entre 2011 y 2016 hubo 62.804 ocurrencias. Solo en São Paulo, los casos registrados llegaron a 8.585.
La mayoría de las situaciones involucraron a hombres, correspondiendo al 79% de los casos. De estos, la gran mayoría se llevaron a cabo por ahorcamiento: el 62%. Además de las muertes reales, hubo 48.204 intentos, el 69% de mujeres. Un tercio de las víctimas fueron recurrentes.