De todas las modalidades de la educación pública brasileña, la educación técnico-profesional es considerada la más fuerte para el 85% de los industriales brasileños, ya que permite que los jóvenes ingresen más rápidamente al mercado laboral. trabajar.
Así lo señala una encuesta realizada por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), que escuchó a más de mil empresarios de organizaciones de pequeños, medianos y grandes, para quienes este tipo de educación especializada aumenta las posibilidades de acceder a las vacantes laborales disponibles en la economía.
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En la evaluación del director del Sesi y del Senai, Rafael Lucchesi, el país vive el 'desafío' de revertir la baja productividad de los trabajadores, incentivando la educación orientada a la profesionalización.
“La baja productividad gana capas de complejidad si le sumamos algunos factores que caracterizan nuestro mercado laboral: la transición demográfica, con menos jóvenes componen la plantilla, las altas tasas de paro de este colectivo, el bajo nivel de cualificación profesional y la digitalización, que demanda nuevos conocimientos", explica luchesi
Al destacar el papel alternativo de esta modalidad educativa, el director de Sesi explica que “además de mejorar la empleabilidad de los jóvenes, sacándolos de la de la exclusión social y proporcionando una fuente de ingresos, la formación profesional contribuye a mejorar la productividad del país mediante la cualificación del trabajador”.
Una 'puerta de entrada' que hace al estudiante más apto para afrontar el mercado laboral en el futuro. Así clasificó la importancia de la educación técnica Giovanna Tomazeto, de 17 años, que frecuenta la enseñanza media regular y un curso técnico en electricidad y electrónica en el Senai de Jundiaí (SP).
“Me diferencia de cualquier estudiante de mi edad. La educación técnica me trae enseñanzas que no hubiera podido aprender en otro lado y me da una visión para el futuro profesional, incluso antes de ir a la universidad”, explica Giovanna. Con la expectativa de terminar el curso técnico a fin de año, entiende que la experiencia es positiva y recomendable para otros jóvenes de su edad. “Ahora me siento preparada para cualquier trabajo”, concluye.