¿Puedes creer que el tradicional chocolate Sonho de Valsa ya no es un bombón? El producto ahora tiene otro nombre y aquí conocerás su nueva nomenclatura y las razones del cambio.
El dulce sufrió una reclasificación de categoría fiscal y un cambio de empaque. Todo sucedió, porque Lacta optó por cambiar uno de los productos más populares en Brasil, para posiblemente generar ahorros fiscales.
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A pesar de ser un cambio inusual que probablemente no hayas notado, la práctica es una forma de que las empresas ahorren mucho dinero. Además, la misma decisión ya la han tomado otras empresas de alimentación, como McDonald's.
La multinacional Mondelez International, propietaria de Lacta, cambió la clasificación del producto en Brasil y, ahora, ya no paga impuestos. En otras palabras, Sonho de Valsa ahora se considera una “galleta de oblea” y la razón del cambio es una cuestión de clasificación fiscal.
Luego de 85 años de elaboración, el chocolate sufrió cambios, recibiendo un empaque sellado para pertenecer a la categoría de “Productos de la Industria de Panadería, Pastelería o Galletería”.
En primer lugar, la justificación de la empresa Mondelez es que el cambio se realizó por cuestiones técnicas del producto y de acuerdo con las normas de la Anvisa. Sin embargo, es notable que la reclasificación también generó ahorros considerables en las tasas impositivas.
En la clasificación de bombones, Sonho de Valsa generó un costo del 3,25% en impuestos, monto que llegó al 5% en 2022. En la nueva clasificación, el costo en tasa es cero, quedando el producto exento del IPI (Impuesto sobre Productos Industrializados).
Como decíamos, la práctica fiscal en el sector alimentario no es nada nuevo. McDonald's cambió la clasificación de los helados a "postre" y logró estar exento del impuesto sobre ese producto. Antes los costos eran muy altos, lo que aumentaba el traslado de los gastos al monto que pagaba el consumidor final, según la empresa.
El fabricante de chocolates Garoto también aprovechó el vacío fiscal para ahorrar dinero con Serenata de Amor. Las empresas informaron que los productos no han sufrido cambios en la composición, ingredientes o proceso de producción.
Con este simple cambio, las empresas dejaron de pagar impuestos como: ICMS, PIS e IPI. Los montos de los impuestos varían según la ubicación y el modelo de la empresa.
