Con el avance de la tecnología y las políticas públicas a principios de los 2000, a priori, muchas personas pudieron calificar para el mercado laboral. Por estas y otras razones, un curso técnico es tan importante y siempre debe fomentarse. Estos cursos benefician tanto a los empleados como a los empleadores y son una parte esencial del mercado laboral y una formación de calidad para los trabajadores.
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De esta manera, una encuesta realizada con empresas y jóvenes brasileños señaló la importancia de tener un curso técnico al momento de solicitar un trabajo. José Saturnino, de 20 años, señaló las incertidumbres de quien intenta ingresar al mercado laboral por primera vez. Para superar estos obstáculos, tomó un curso técnico en electrónica y, dos meses después, consiguió un trabajo en el área de creación de una startup.
Sin embargo, un estudio realizado por la Fundação Roberto Marinho, Arymax e Itaú Educação e Trabalho levantó datos sobre la formación técnica en la inclusión de jóvenes en el mercado laboral. Por lo tanto, se concluyó que la falta de calificación es un obstáculo a la hora de contratar. Así, el 37% de las empresas manifiestan que es difícil contratar a personas que están terminando el bachillerato por su falta de preparación y por su compromiso y madurez.
Los jóvenes también denunciaron que las escuelas no los preparan para el mercado laboral, El secretario general de Fundación Roberto Marinho, João Alegria, dice que también es necesario mejorar la relación entre los jóvenes y las empresas.
“Hay un gran desafío para que los jóvenes entiendan mejor cómo es el trabajo, cómo es un ambiente de trabajo, cómo te comportas allí, pero también hay un desafío de punto de vista de las empresas para que se acerquen a las culturas de los jóvenes e incluso puedan entender que allí hay oportunidades interesantes para ellos”, informa.
Según el último Censo Escolar, de cada 100 jóvenes entre 18 y 27 años, 60 completan la secundaria y sólo cinco logran acceder a la educación técnica. El Plan Nacional de Educación prevé la creación de 5,2 millones de vacantes para 2024, pero al ritmo actual se necesitarán 60 años para alcanzar esta meta.
Sin embargo, para el secretario general de la Fundación Roberto Marinho, “si el país sabe organizarse correctamente y tiene la rapidez de implementación del nuevo educación secundaria, en muy poco tiempo, podemos ver un aumento significativo en la oferta de formación técnica a nivel secundario en el Brasil. La educación pública es un deber del Estado, es un compromiso de todos en la sociedad, pero las empresas pueden jugar un papel protagónico en este proceso que, durante los cursos los jóvenes pueden asistir a un ambiente laboral, tener contacto con profesionales de empresas, una serie de posibilidades”, concluye.
Geógrafo y pseudoescritor (o no), tengo 23 años, soy de Rio Grande do Sul, amante del séptimo arte y todo lo que implica comunicación.
