Cuando toman la decisión de casarse dentro de una relación, es importante que ambos hablen acerca de tener hijos o no. Los estudios revelan que 1 de cada 10 matrimonios termina debido a diferentes deseos con respecto a la crianza de los hijos. Cuando esto ocurre, se conoce como "divorcio del reloj biológico".
A continuación se muestra un ejemplo de un hombre que mintió acerca de hacerse una vasectomía.
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La pareja ya enfrentaba desacuerdos por no ponerse de acuerdo sobre la cantidad de hijos que querían tener. Sin embargo, tras el nacimiento del segundo hijo, la mujer decidió que no quería tener más hijos, lo que provocó grandes discusiones entre la pareja.
Luego de llegar a un acuerdo, decidieron que el hombre se sometería a una vasectomía para evitar futuros embarazos. Sin embargo, el hombre, todavía resentido, decidió tomar el asunto en sus propias manos de otra manera.
El escenario empeoró aún más. El hombre, después de mentirle a su esposa durante dos años, terminó dejándola embarazada. La mujer está totalmente desconcertada y conmocionada por su embarazo, ya que no era algo que ella quisiera.
Como disculpa, el padre insistió en que se había hecho una vasectomía, pero que no había funcionado. La esposa está considerando presentar una demanda contra la clínica donde supuestamente se realizó el procedimiento.
Además de buscar abogados para resolver el caso, la mujer está considerando la posibilidad de abortar, ya que está embarazada en contra de su voluntad.
A pesar de esto, el hombre sigue manteniendo la mentira y trata de convencer a su esposa de tener el bebé, alegando que el embarazo es un milagro.
Las investigaciones afirman que la actitud del hombre es considerada una forma de violencia doméstica denominada coerción reproductiva. Esto se debe a que es una forma de abuso conyugal o violencia de pareja íntima, además de ser una forma de agresión sexual.