Un sorprendente descubrimiento ha desconcertado a los científicos del Museo de Historia de Berna en Suiza. Una flecha que data de la Edad del Bronce, exhibida en la institución, fue minuciosamente analizada por los investigadores, revelando un secreto inesperado: su hoja estaba hecha de un meteorito.
El estudio que detalla este notable descubrimiento se publicó recientemente en el Journal of Archaeological Science.
vea mas
El Asistente de Google se "fusionará" con Bard y ChatGPT;...
Suena a broma, pero no lo es: joven vende riñón para comprar iPhone y se queda en…
Las pruebas realizadas en la punta de la flecha, cuyas imágenes reales no fueron divulgadas por el investigadores, reveló la presencia de isótopos de aluminio-26, una sustancia que no se produce naturalmente en la Tierra.
Además, los científicos identificaron una aleación de hierro y níquel, una característica común en meteoritos, pero rara vez se encuentra en materiales terrestres.
El arma antigua se encontró originalmente en el siglo XIX en un sitio llamado Mörigen, que, en
prehistoria, albergó una comunidad de pueblos primitivos entre los años 900 a. w y 800 am w Esta ubicación corresponde hoy a las inmediaciones del lago Bienna, Suiza.Con un peso de tan solo 2,9 gramos, la flecha mide 39,3 milímetros de largo y 25 milímetros de ancho, con un grosor máximo de 2,6 milímetros.
Otro hallazgo significativo fue la presencia de restos de un tipo de pegamento en la punta de la flecha, lo que indica que la hoja había estado adherida a algún tipo de asta.
Inicialmente, los investigadores asociaron el arma con el meteorito Twannberg, que cayó hace miles de años en las inmediaciones de donde se descubrió el artefacto, antes de la última edad de hielo.
Sin embargo, un análisis químico detallado reveló que la composición de la hoja no coincidía con la del cuerpo rocoso del meteorito.
Después de un análisis adicional, el equipo de científicos llegó a una conclusión intrigante. La hoja de la flecha comparte una composición química única con solo tres meteoritos encontrados en Europa: uno en la República Checa, otro en España y un tercero que cayó en lo que ahora es Estonia.
Los expertos sugieren que es muy probable que el meteorito encontrado en Estonia fuera el origen de la punta de flecha estudiada.
Esto plantea la hipótesis de una extensa red comercial con más de 1.500 kilómetros de alcance, que estuvo activa durante la Edad del Bronce en Europa Central. Esta red conectaba estas regiones a través del comercio de materiales raros y valiosos, como meteoritos.
Los investigadores están entusiasmados con este hallazgo único, ya que puede indicar el uso frecuente de materiales extraterrestres en artefactos antiguos, especialmente en áreas ricas en fragmentos de hierro meteorito
Con esta nueva revelación, los expertos ahora especulan que otras piezas arqueológicas pueden contener materiales similares de origen cósmico.
Este hallazgo inspira aún más estudio e investigación, ya que la historia antigua de la humanidad continúa revelando secretos y misterios sorprendentes a través de la arqueología y la ciencia moderna.