En cierto momento de 1998, los propietarios de un terreno en lo que hoy es Lagar Velho, en el valle de Lapedo, estaban excavando el sitio para hacer un construcción. Sin embargo, los planes cambiaron cuando encontraron el esqueleto de un niño.
Se estima que el ser humano tenía unos cuatro años y habría sido enterrado hace unos 29.000 años. Lo más sorprendente fue que la mandíbula parecía ser de un espécimen moderno, pero las proporciones del cadáver eran las de un neandertal. Además, sus restos estaban en gran parte intactos.
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Los científicos creen que la única explicación para esto es que en algún momento neandertales y los hombres modernos se han reproducido. Sin embargo, hasta ese hallazgo en Lapedo, los estudiosos creían que esto era imposible.
Como se pensaba que eran especies diferentes, los actos sexuales entre ambos eran impensables.
A partir de esto, propusieron dos teorías. La primera es que esta “relación” fue una “aventura de una noche”. Sin embargo, João Zilhao, arqueólogo y líder del equipo responsable del descubrimiento, se mostró escéptico ante esta hipótesis.
Según él, si se trataba de un hecho tan raro, las posibilidades de encontrar pruebas después de tanto tiempo eran prácticamente imposibles.
Otra teoría es que las relaciones entre neandertales y Homo sapiens eran más frecuentes. La datación por carbono realizada sobre el esqueleto de Menino de Lapedo corrobora aún más esta hipótesis.
"Si tantos milenios después del tiempo de contacto, las personas que viven en esta parte del mundo todavía muestran evidencia anatómica de esta población ancestral de neandertales, debe deberse a que el mestizaje no ocurrió sólo una vez, sino que era la norma", dijo. Trillones.
El Niño de Lapedo hizo que los investigadores revisaran todo lo que sabían sobre los neandertales. A partir de ese momento dejaron de ser vistos como una especie diferente.
Además, posteriormente se encontraron otros fósiles similares al del niño, según información de la BBC. Esto reforzó aún más la teoría de las relaciones constantes entre los neandertales y los humanos modernos.
Otro dato que fue posible gracias al hallazgo de Lapedo fue que europeos y los asiáticos tienen un 4% de ADN neandertal. Millones de personas explicaron:
“Esto no significa que en cada uno de nosotros el 2% o el 4% sean (neandertales). De hecho, si juntas todas las partes del genoma neandertal que aún persisten, eso es casi el 50% o el 70% de lo que era específicamente neandertal. Por tanto, el genoma neandertal persistió casi en su totalidad”.
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Federal de Goiás. Apasionado de los medios digitales, la cultura pop, la tecnología, la política y el psicoanálisis.