Las actividades para aprender a leer son uno de los momentos más importantes y una de las experiencias más gratificantes para los pedagogos, incluso para los adultos que no están incluidos en la enseñanza pedagógica, por ejemplo, una madre o un padre que enseña a su hijo a leer el primer libro de historia o mejorar su literatura.
Empiece a enseñarles a los niños el alfabeto, su primer paso para aprender a leer. Utilice un póster o un cuaderno para escribir las letras en puntillismo para que los niños aprendan a escribir sus iniciales.
Utilice también la música del alfabeto para que el alumno no tenga ayuda y no olvide sus letras.
Vale la pena enseñar las letras de su nombre en primer lugar, ayudará a que este tema y el tema se vuelvan personales y extremadamente importantes. Al salir del armario y reconocer su nombre, se convierte en aprendiz y estará muy emocionado por ello.
Una vez que el niño aprende y es consciente de todas las letras, es necesario enseñarle el sonido de las letras. Aprender el nombre de las letras no es suficiente, ya que se pueden pronunciar de forma diferente.
Por ejemplo, la letra C para perro es diferente a la letra C para comida, es decir, es necesario enseñar que para cada vocal o según lo que acompaña a la letra, el niño necesita saber pronunciar, no en ese momento, sino durante el proceso de aprendizaje.
Entonces, a medida que los niños practiquen el nombre y los sonidos, podrán practicar la mezcla de palabras entre otras situaciones.
Con la tecnología actual, hay actividades que se pueden imprimir para ayudar a los maestros a aprender a leer y escribir, por lo que el educador no tiene que planificar las clases de cada día.
Dado que cada alumno tiene sus limitaciones que necesitan ser entendidas por el profesor para que las actividades se ajusten a todos.
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