La ciencia está a un paso de lograr una hazaña revolucionaria para especies extintas en la tierra.
Los investigadores recuperaron el ARN del tigre de Tasmania recolectando material genético encontrado en músculos y piel que había estado almacenado en un museo desde 1891.
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Uno de los principales objetivos de la presente investigación era comprender los genes y complementos genéticos de este animal.
Pero el estudio allana el camino para que la ciencia analice y recree otras especies, animales y plantas, en el futuro.
oh Tigre de Tasmania, conocido como “tilacino”, vivía en la isla de Tasmania, en el sureste de Australia y era considerado un marsupial carnívoro.
El último individuo vivo fue criado en cautiverio y murió en 1936, lo que hizo que el mamífero se extinguiera oficialmente.
Sin embargo, los restos de otro ejemplar de este animal se encontraban almacenados desde 1891, en el Museo de Historia Natural de Estocolmo.
A través del “cadáver” de tilacino conservado, los investigadores recolectaron tres muestras del material. genética marsupial, con el fin de recuperar información sobre genes y proteínas de las células y tejidos del marsupial. mamífero.
“La secuenciación de ARN da una idea de la verdadera biología y regulación del metabolismo que tuvo lugar en las células y tejidos de Los tigres de Tasmania antes de su extinción”, explicó Emilio Mármol Sánchez, investigador del Centro de Paleogenética y SciLifeLab de Suecia y líder de investigación.
(Imagen: Emilio Mármol Sánchez/Reuters/Reproducción)
A pesar de esta hazaña, la recolección de ARN de un especies extintas Fue un desafío, ya que este material, responsable de la producción de proteínas, es menos estable y puede descomponerse fácilmente en fragmentos.
Según el genetista Marc Friedländer, el ARN puede destruirse en cuestión de minutos fuera de las células vivas. Por lo tanto, fue una hazaña histórica poder recolectar el material del ejemplar que se encontraba en el museo.
"Fue sorprendente que encontráramos estas secuencias de ARN auténticas en este tigre de Tasmania momificado", dijo Friedländer, investigador y autor del estudio.
En total, se extrajeron 223,6 millones de fragmentos de ARN del tigre de Tasmania. Pero tras el análisis, obtuvieron 1,5 millones de secuencias de ARN de tejido muscular y 2,8 millones de piel.
Esta separación entre tejidos fue importante para observar variaciones en la expresión genética.
Por ejemplo, el músculo tenía 236 genes correspondientes, mientras que la muestra de piel tenía 270 genes en las secuencias de ARN. Entre ellos se encontraba importante información genética sobre la proteína estructural queratina.
Asimismo, las muestras revelaron la presencia de un virus antiguo que infectó al animal, lo que también contribuye a los estudios científicos sobre especies extintas.
Los datos recuperados de este marsupial extinto se utilizan principalmente para estudiar el ARN y las características del propio tigre de Tasmania. Sin embargo, los resultados también podrían utilizarse para esfuerzos relacionados con otros animales extintos.