Un nuevo estudio, publicado por la revista Nutrients, evalúa la relación entre la incidencia de casos de cáncer de mama, con ingesta dietética de fosfato. Se descubrió que cuanto más bajos eran los niveles, menores eran los riesgos.
En total, la investigación tuvo en cuenta a más de 3.000 mujeres de Estados Unidos, de diferentes etnias, de entre 42 y 53 años, exclusivamente en pre-menopausia.
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El estudio también comparó cada caso de cáncer con 4 tipos de controles, además de tener en cuenta el grupo que no estuvo expuesto al ingrediente.
Entre los resultados, lo que más llamó la atención de los investigadores fue que, en casos de exposición a niveles superiores a 1800 mg de fosfato por día, existe mayor riesgo de cáncer de mama.
Sin embargo, los académicos dejaron en claro que aún se necesita más investigación, con un grupo más grande de personas, para tener más precisión en los resultados. Puedes consultar el estudio completo haciendo clic en este enlace
(Imagen: divulgación)
El fosfato se puede encontrar en varios alimentos ultraprocesados, como los refrescos. Una lata de sabores a base de cola (como Coca, Pepsi y similares) ya tiene más que suficiente para superar la ingesta saludable del ingrediente.
Este grupo de refrescos fue el único, entre todos, que superó en 3 veces la cantidad de consumo diario recomendado.
Sin embargo, cabe destacar que, aunque en menores proporciones, otros refrescos también tienen elevadas cantidades de fosfato.
Además de la posible relación con el cáncer de mama, tal como se expresa en el estudio, existe un vínculo con otras enfermedades. Por ejemplo, la osteoporosis (la pérdida de masa ósea que debilita los huesos) y la enfermedad renal crónica.
