Los científicos advierten sobre un factor sorprendente en el aumento de obesidad En todo el mundo. Además de una dieta inadecuada y un estilo de vida sedentario, ciertos compuestos químicos presentes en nuestro entorno pueden estar contribuyendo al aumento excesivo de peso.
Conocidas como obesogénicas, estas sustancias son capaces de aumentar la masa grasa simplemente mediante exposición, ya sea por ingestión, contacto o inhalación de aire contaminado. El hallazgo destaca la necesidad de un análisis más amplio e integrado de las causas de la obesidad.
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Los investigadores advierten sobre la presencia de obesogénicos en objetos cotidianos, que pueden estar contribuyendo al aumento de la obesidad.
Estos químicos, que a menudo se encuentran en envases de alimentos, utensilios de cocina, juguetes, Los productos de higiene e incluso los suministros médicos pueden contaminar los alimentos, el agua y el aire, aumentando el riesgo de exhibición.
Una vez en el cuerpo, tienen el potencial de alterar la regulación del equilibrio energético, fomentando el aumento de peso.
Sin embargo, los investigadores también destacan la necesidad de más estudios centrados en los impactos directos de los obesógenos en la salud humana, ya que la mayoría de las investigaciones actuales se basan en experimentos con animales.
Los obesógenos, clasificados como disruptores endocrinos (EDC), tienen el potencial de interferir con el sistema endocrino y, en consecuencia, el hormonas del cuerpo.
El sistema endocrino, responsable de “organizar” las hormonas, regula funciones esenciales, como el metabolismo y el almacenamiento de grasas.
Por tanto, los obesogénicos pueden aumentar el peso corporal al aumentar el número de células. de grasa o incluso cambiar la tasa metabólica basal, que es la energía que necesita el cuerpo trabajar. Sorprendentemente, hay más de 1.000 productos químicos registrados comercialmente clasificados como EDC.
Investigaciones recientes presentan un escenario aún más preocupante, indicando que la exposición a obesógenos puede ocurrir incluso en el útero de la madre. Estos compuestos se han detectado en la placenta, el líquido amniótico y la sangre del cordón umbilical.
La exposición temprana a obesógenos puede determinar la predisposición a la obesidad en el futuro.
En conclusión, aunque factores como el sedentarismo y la dieta desequilibrada siguen siendo fundamentales para el aumento de la obesidad, es crucial evaluar el papel de los obesógenos y sus impactos, que pueden ser elevados.