Los científicos acaban de encontrar un gran trozo de Tierra, perdido hace unos 155 millones de años. Se cree que el continente oculto, llamado Argoland, se separó de Australia, creando una distancia considerable en el tiempo geológico.
El descubrimiento se produjo debido a un gran agujero en el océano, conocido como Argo Abyssal Plain.
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En el pasado, la teoría era que este continente fragmentado podría haber sido arrastrado hacia el manto de la Tierra, donde las placas tectónicas chocan y se separan.
Mientras que otro pedazo de tierra “perdido”, el Gran Adria, aproximadamente del tamaño de Groenlandia, se convirtió en Se separó de Italia y se convirtió en las montañas del sur de Europa, Argoland no dejó rastrear en Asia o en Oceanía.
Esta información fue publicada en la revista científica Gondwana Research la semana pasada. Según Dowe Van Hinsbergen, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Utrecht:
“Si los continentes pudieran hundirse en el manto y desaparecer por completo, sin dejar rastro características geológicas de la superficie de la Tierra, no tendríamos mucha idea de cómo pudo haber sido la Tierra en el pasado geológico. Sería casi imposible crear reconstrucciones fiables de los antiguos supercontinentes y de la geografía de la Tierra en tiempos pasados”, afirma.
Tras la investigación, el autor principal del estudio, Eldert Advokaat, aseguró que el descubrimiento fue fundamental para juntar las piezas que faltaban para entender cómo era la Tierra.
Según él, fueron necesarios más de 7 años para encontrar las pruebas necesarias para “armar el rompecabezas”. Así, se estableció que, hace 250 millones de años, Argolandia comenzó a fracturarse y fragmentarse, y ahora se encuentra en las profundidades del océano.
Este descubrimiento de los investigadores se produjo después de encontrar rastros de Argolândia debajo de unas Islas De región. Esto demuestra que la pieza se fragmentaba al alejarse, en lugar de moverse como un “bloque único”.