¿Alguna vez te has preguntado qué le pasa a tu cuerpo cuando decides dejar los refrescos? Esas bebidas carbonatadas, llenas de colorantes y conservantes, que a muchos nos encantan, tienen un impacto importante en nuestra salud. Entonces, ¿qué cambia cuando decides dejar esta adicción al azúcar?
Prevención del sobrepeso
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En primer lugar, eliminar los refrescos de tu vida puede ayudar prevenir el sobrepeso. Los refrescos especialmente originales, sin reducción de azúcar, son auténticas bombas calóricas.
Como destaca Andrea Sampaio, nutricionista del Hospital Sírio-Libanês, en el sitio web Metrópoles: “Los refrescos tienen un alto contenido de azúcar. Al fin y al cabo, una lata de refresco de 350 ml contiene alrededor de 10 cucharaditas de azúcar, cantidad que corresponde al 100% de lo recomendado diariamente”.
Mejora del estado de ánimo y la energía.
Además, el alto contenido de azúcar en los refrescos puede dar una falsa sensación de energía y buen humor, pero es sólo temporal. Al poco tiempo de consumir estas bebidas, se produce una caída repentina de los niveles de glucosa en sangre, lo que nos deja cansados y desanimados.
Sin embargo, al eliminar el bebidas sin alcohol, tus niveles de azúcar en sangre se estabilizan, evitando picos y caídas repentinas, como explica Sampaio.
Piel con más vitalidad
Tu piel también te lo agradecerá cuando dejes de beber refrescos. Como explica la nutricionista: “Al dejar de tomar refrescos se consigue un rejuvenecimiento de la piel, ya que el El azúcar hace que el colágeno sea más rígido en lugar de flexible, lo que favorece una piel más deshidratada, apagada y sin brillo. vida."
Menos hinchazón y prevención de la presión arterial alta.
¿Sabías que el sodio y el azúcar presentes en los refrescos pueden contribuir a la hinchazón y aumentar el riesgo de hipertensión arterial?
Como informa Andrea Sampaio, “Reduce la hinchazón y contribuye a la prevención de la hipertensión arterial, ya que tanto el sodio como el azúcar favorecen la retención de sal y agua en el organismo”.
Hígado más sano
Los refrescos, al ser absorbidos por el intestino, liberan una gran cantidad de azúcar que, si no es utilizada por el organismo, se convierte en triglicéridos y se almacena en el hígado.
Esta acumulación de grasa puede provocar problemas hepáticos, como esteatosis hepática, e incluso progresar a cirrosis y cáncer de hígado. ¿No te parece una buena razón para deshacerte del refresco?
Prevención de caries y osteoporosis.
Los refrescos contienen ácidos fosfóricos que compiten con el calcio en el proceso de absorción, perjudicando la absorción de este mineral esencial. Esto puede aumentar su riesgo de osteoporosis y caries.
Además, el calcio no absorbido puede contribuir a la formación de cálculos renales. Por lo tanto, eliminar los refrescos es una medida inteligente para la salud ósea.
Mejor funcionamiento intestinal
La flora intestinal es fundamental para nuestra salud digestiva. Los refrescos pueden desequilibrarlo, aumentando el crecimiento de bacterias patógenas (las “bacterias malo”) y provoca inflamación, que a su vez puede provocar molestias como diarrea y estreñimiento. intestinal. ¡Adiós refrescos, hola intestino sano!
Menos inflamación
Además del sodio, los refrescos también contribuyen a la formación de radicales libres, que desempeñan un papel importante en la inflamación del organismo.
Como informa la nutricionista: “Provoca daños en las paredes de las arterias, aumentando las posibilidades de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. (Accidente Vascular Cerebral) y aumenta la inflamación en enfermedades crónicas de las articulaciones, alergias y dolores de cabeza. cabeza."
Concentración mejorada
¿Alguna vez has notado que después de beber refrescos puede resultar difícil mantener la atención y la concentración? Esto se debe a los desequilibrios químicos que estas bebidas pueden provocar en el cerebro. Por lo tanto, al deshacerse de los refrescos, puede experimentar mejoras significativas en su rendimiento cognitivo.
Riesgo reducido de cáncer
Por último, pero no menos importante, los refrescos contienen una serie de ingredientes cuestionables, como sodio, azúcar, colorantes y aditivos químicos como el bisfenol A.
Como lo destaca el Dr. Andrea Sampaio: “Los refrescos contienen sodio, azúcar, colorantes, acidulantes y otros aditivos. sustancias químicas, como el bisfenol A, que pueden contribuir a la aparición de diversas enfermedades, incluido el cáncer. El exceso de refrescos favorece el aumento de peso y la obesidad, lo que supone un riesgo real de cáncer”.