oh salero es un utensilio de cocina que se utiliza para almacenar y dispensar sal, uno de los condimentos más utilizados en la cocina. Aunque es conveniente para permitirte sazonar rápidamente tu comida, terminó convirtiéndose en un enemigo de salud.
Después de todo, si se consume en exceso, no sólo provoca hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, sino también diabetes tipo 2. Por ello, es fundamental observar tus elecciones alimentarias y cambiar ciertos hábitos que interfieren en tu dieta.
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Al principio, el diabetes Es una enfermedad crónica caracterizada por un aumento de los niveles de glucosa en sangre. En este caso, se produce por falta o resistencia a la insulina, una hormona producida por el páncreas que regula el azúcar en las células.
Hay dos tipos principales de diabetes: tipo 1 y tipo 2. Por tanto, en la diabetes tipo 1, el sistema inmunológico inhibe el control glucémico. Esta condición comienza en la niñez y requiere inyecciones diarias, debido a la resistencia natural del cuerpo. La segunda variación es el resultado de un estilo de vida sedentario, antecedentes familiares y mala alimentación.
Según un estudio publicado en la revista académica Mayo Clinic Proceedings, el salero demostró ser un factor de riesgo en el diagnóstico de diabetes tipo 2. Sin embargo, se evaluaron 13.000 pacientes diabéticos, lo que reveló ciertas costumbres.
Por ejemplo, una parte de los encuestados respondió "nunca" y "rara vez" a la pregunta "¿agregas sal a tus comidas principales?". Por otro lado, hubo muchas respuestas marcadas con “a veces”, “normalmente” y “siempre”. Estos resultados revelaron que las personas tenían un 13%, un 20% y un 39% más de probabilidades de enfermarse.
Por este motivo, es necesario hacer ejercicio con moderación, dependiendo de la edad, el peso, el estado de salud y la rutina. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de sal no supere los 5 gramos al día, es decir, una cucharadita.
Cabe recordar que las salsas preparadas, los embutidos y los ingredientes ultraprocesados suelen contener mucho sodio. Por ello, no olvides comprobar la información nutricional y otras advertencias de la etiqueta a la hora de elegir productos en el mercado.