¿Alguna vez has notado que tu factura de electricidad parece tener voluntad propia y aumentar misteriosamente incluso cuando crees que estás usando menos energía? Puede que no se trate simplemente de imprimir.
Algunos electrodomésticos de tu hogar, aunque estén apagados, siguen consumiendo electricidad. Son los “vampiros de energía”, que silenciosamente agotan su dinero y contribuyen a una factura más alta a fin de mes.
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Empecemos por la cocina, donde el microondas muestra su pantalla digital las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Puede parecer inocente, pero este comportamiento de “siempre alerta” tiene su precio.
La pequeña luz que indica que el reloj o panel está listo para recibir comandos en realidad está consumiendo energía. Sí, está mirando, esperando a que pulses 'iniciar', pero mientras tanto, también está aumentando tu factura de luz.
Al cambiar el aire puede parecer que el aire acondicionado se queda dormido al desactivarlo, pero aún mantiene relación con la red eléctrica. Los sistemas más antiguos son especialmente conocidos por este hábito antieconómico. Incluso en modo de espera, algunos dispositivos mantienen funciones listas para reaccionar ante la más mínima señal del mando a distancia.
¿Los videojuegos? Ah, estos son verdaderos expertos en camuflaje. Apagar el televisor no significa apagar la consola, que muchas veces está en espera, lista para recibir actualizaciones o para reanudar el juego justo donde lo dejaste. ¿Conveniente? Sin duda. Pero esta comodidad tiene un precio y está en su factura de energía.
¿Has pensado en lavar la ropa? La lavadora es otro equipo que no descansa del todo. Su display o luces indicadoras permanecen encendidas esperando el siguiente ciclo. Mientras tanto, aumentan furtivamente la cantidad que pagas por la energía.
Finalmente, en la oficina o rincón de estudio, los ordenadores, incluso cuando parecen estar apagados, pueden estar en estado de semiactividad. La función 'hibernación' o 'modo reposo' permite un rápido retorno a la actividad, lo cual es muy práctico, pero esta preparación tiene un coste energético.
Desconectarse es la solución
La forma más eficaz de luchar contra estos ladrones de electricidad es desenchufarlos. Sí, puede que cueste un poco más de trabajo, pero tu bolsillo te lo agradecerá. Para facilitar las cosas, utiliza reglas con interruptores, que te permitirán apagar varios dispositivos a la vez.
Invertir en tecnología amigable
Si la idea de desconectarse parece demasiado complicada, considere invertir en electrodomésticos más eficientes energéticamente. Están diseñados para minimizar el consumo de energía cuando no están en uso activo.
¿Y la factura?
Tomando conciencia de estos pequeños hábitos, no sólo ahorrarás en tu factura eléctrica, sino que también contribuirás a un consumo energético más consciente. Esto tiene un impacto positivo no sólo en su bolsillo, sino también en el medio ambiente. Al fin y al cabo, cada kilovatio ahorrado es un pequeño paso hacia un planeta más sostenible.