Recientemente, el despacho de abogados Luminance logró una hazaña histórica en la intersección de la tecnología y el derecho. Dos inteligencias artificiales (IA), desarrolladas por ellos, negociaron un contrato de confidencialidad con ProSapient, uno de sus clientes, sin intervención humana alguna.
Este evento marca la primera vez que la Inteligencia Artificial asume de forma independiente la responsabilidad de un proceso tan crucial, tradicionalmente llevado a cabo por abogados humanos.
vea mas
Miles de personas esperan a que Elon les extraiga el cráneo...
Última llamada: ¡evite que su cuenta de Google sea eliminada en diciembre!
Este avance tecnológico no aparece de forma aislada. Viene inmediatamente después de los comentarios recientes de Elon Musk durante la Cumbre de IA de Bletchley Park.
Musk predijo un futuro en el que la IA podría crear una “utopía sin empleo”, un mundo donde el trabajo sea opcional y las máquinas asuman las tareas laborales. Aunque este escenario parece lejano, empieza a tomar forma con innovaciones como Luminance.
La negociación entre las Inteligencias Artificiales de Luminance fue un proceso eficiente y rápido. El contrato en cuestión involucraba detalles de confidencialidad, que eran leídos, analizados y ajustados por Inteligencia Artificial sin supervisión humana.
La IA, entrenada en más de 150 millones de documentos legales, no sólo entendió los términos del contrato, sino que También se identificaron y ajustaron cláusulas, como la duración del contrato, para alinearlas con las políticas de la empresa. empresa.
Este desarrollo plantea preguntas importantes sobre el futuro del trabajo legal. Tradicionalmente, la profesión jurídica se considera altamente especializada y requiere años de estudio y experiencia práctica.
Sin embargo, con una Inteligencia Artificial capaz de realizar tareas complejas como la negociación de contratos, el papel de los abogados humanos podría cambiar significativamente.
Expertos como Nick Emmerson, de la Law Society, señalan que aunque la Inteligencia Artificial Aunque avanza rápidamente, todavía hay aspectos del trabajo legal que requieren el toque humano.
El juicio humano y la comprensión de los matices legales, especialmente en relación con las necesidades y vulnerabilidades de los clientes, siguen estando fuera del alcance actual de la Inteligencia Artificial.
Jaeger Glucina, de Luminance, subraya que la intención detrás del desarrollo de la Inteligencia Artificial jurídica no es sustituir a los abogados, sino más bien apoyarlos.
Con la Inteligencia Artificial manejando tareas rutinarias como la revisión de documentos, los abogados pueden centrarse en aspectos más complejos y creativos del trabajo legal. Esto puede conducir a una mayor eficiencia y eficacia en la prestación de servicios legales.
Esta innovación también tiene implicaciones para la educación jurídica. Es posible que las facultades de derecho necesiten revisar sus planes de estudio para incluir una comprensión de la inteligencia artificial y la tecnología.
Además, los despachos de abogados tendrán que adaptar sus prácticas, integrando Inteligencia artificial en sus operaciones diarias, lo que puede llevar a una redefinición de las habilidades valoradas en profesión.