China, conocida por sus logros tecnológicos, está lista para dar un paso extraordinario hacia el futuro: la producción en masa de robots humanoides hasta 2025.
Según un documento oficial del Ministerio de Industria e Información Tecnológica de China, el objetivo es hacer que los humanoides sean tan comunes como nuestros inseparables ordenadores, portátiles y teléfonos inteligentes.
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Inicialmente diseñados para tareas como transportar cajas y cargar objetos, estos robots tienen planes ambiciosos y evolucionan para realizar incluso limpiezas complejas.
China no está sola en esta carrera de la robótica. Estados Unidos también apuesta fuerte, con empresas como Agility Robots y Tesla, Elon Musk, invirtiendo fuertemente en la producción de estas máquinas del futuro. Esta competencia tecnológica entre ambas potencias parece indicar una nueva era, donde la creación de robots humanoides se convierte en el campo de batalla de la próxima revolución industrial.
Imagen del ejército robótico de Tesla, liderado por el reconocido empresario Elon Musk, participando en la 'guerra tecnológica'. Crédito de la foto: Tesla.
En una competencia que se asemeja a una nueva guerra fría tecnológica, ambos países han invertido masivamente en investigación y desarrollo, lo que refleja una búsqueda de supremacía en el escenario global de la inteligencia artificial y la robótica. Esta rivalidad no se limita sólo al ámbito industrial, sino que abarca aspectos estratégicos y geopolíticos.
En medio de esta creciente presencia de robots, surge la pregunta: ¿nos dirigimos hacia un mundo en el que los humanos serán reemplazados por estas máquinas? Lo cierto es que esta interacción entre humanos y robots está destinada a aumentar.
Hoy en día, ya hemos experimentado parte de este avance a través de inteligencia artificial, lo que ayuda a realizar diversas actividades que antes nos llevaban mucho tiempo. Esto demuestra la eficiencia de la interacción entre tecnología y trabajo humano.
Mientras tanto, esperamos con impaciencia ver cómo se desarrolla esta narrativa en los próximos años. siguiendo cómo China se prepara para convertir la ciencia ficción en una realidad cada vez mayor palpable.