La investigación ha revelado que pararse cerca de una estufa de gas en la cocina es tan peligroso como fumar pasivamente. El estudio analizó los riesgos de la combustión de cocinas a gas e identificó niveles peligrosos para la salud.
La investigación fue publicada recientemente en la revista Ciencia y tecnología ambiental e identificó cómo el benceno sufre un aumento en el proceso de combustión. En resumen, el benceno sale de las llamas que se producen en la estufa de gas y circula por el ambiente doméstico, donde puede permanecer durante mucho tiempo.
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Para realizar la medición de gases, los investigadores visitaron más de 80 hogares norteamericanos y siguieron las emisiones en diferentes estancias de la casa. Así, se comprobó que el uso de una cocina a gas emitía datos detectables de benceno en la cocina e incluso en otros lugares, como el dormitorio. Los números siempre estuvieron por encima de lo que se considera aceptable para el estándar de salud.
El daño causado por este contacto con la estufa y el producto químico se compara con el acto de estar cerca de un fumador, cuando inhalamos pasivamente el nocivo humo del cigarrillo. Solo un quemador de estufa a 175°C emitió valores superiores a los niveles de humo de tabaco de segunda mano.
Los datos encontraron que tanto las estufas de gas de interior como el humo de segunda mano pueden poner a las personas en contacto con químicos dañinos como el benceno.
"La exposición a corto plazo al benceno suprime la producción de células sanguíneas, y la exposición crónica al benceno aumenta el riesgo de leucemias y linfomas".
En el caso de la estufa, la preocupación es por el aumento de gases en ambientes internos y por un período prolongado. Asimismo, las personas también deben evitar el contacto con el humo de cigarrillos en lugares cerrados, debido a las numerosas sustancias químicas que se mezclan en la composición del cigarrillo.
Según la publicación La combustión de gas y propano de las estufas emite benceno y aumenta la contaminación del aire interior (La combustión de gas y propano de las estufas emite benceno y aumenta la contaminación del aire interior)
El estudio señala que el contacto con la estufa no necesariamente producirá problemas de salud, pero lanza una advertencia sobre los altos niveles de gases con los que conviven las personas en sus propios hogares, en un ambiente muy común, como es cocina.
Pero, ¿cómo evitar los riesgos para la salud de la estufa de gas? Dos sencillos consejos son: evitar estar cerca de la estufa de gas, si no es necesario, y dejar las ventanas abiertas, manteniendo el ambiente bien ventilado.
La orientación de los investigadores fue que la mejor solución es utilizar estufas eléctricas o de inducción.