Como dijo una vez Mahatma Gandhi: “Nunca sabes qué resultados obtendrás de tu acción, pero si no haces nada, no habrá resultados”. Esta célebre frase despierta una reflexión sobre nuestra productividad en relación a lo que nos proponemos hacer y, principalmente, cómo lo hemos hecho para lograr nuestros objetivos, ya sea en la vida personal o profesional.
Como es bien sabido, todos necesitamos ánimos para perseguir nuestros objetivos y no rendirnos a mitad de camino. Este impulso, que involucra fenómenos emocionales, biológicos y sociales, suele denominarse motivación, un proceso responsable de iniciar, dirigir y mantener comportamientos relacionados con el cumplimiento de objetivos.
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Por supuesto, las situaciones cotidianas también pueden interferir con nuestra fuerza de voluntad, pero la fuerza interior que cada persona tiene, llamada la automotivación, o motivación intrínseca, puede trabajarse a nuestro favor y contribuir paulatinamente al aumento de nuestros ingresos en el trabajar.
Si uno de tus objetivos es motivarte y conseguir tu éxito profesional, es importante que conozcas algunas hábitos que son considerados los principales enemigos de la positividad y que pueden entorpecer tu desempeño en el trabajar. Míralo a continuación y trata de mantenerte alejado de ellos:
1- Perfeccionismo
Aunque parezca un rasgo de personalidad interesante, el perfeccionismo puede entorpecer mucho tu desempeño en la empresa para la que trabajas. Las constantes revisiones de proyectos, los retrasos en su entrega y el desgaste psicológico en su ejecución son los principales factores que llevan a una persona perfeccionista a desmotivarse consigo misma o con los suyos equipo. Estas personas están constantemente insatisfechas con su desempeño o tienen dudas sobre la calidad de su trabajo. Para evitar que esto suceda, trata de relajarte siempre que puedas, entiende que todos estamos sujetos a cometer errores y trata mejor los aspectos que fallaron la próxima vez.
2 – Estrés
El estrés ha sido parte de la rutina de muchos brasileños. El mismo se caracteriza por la acumulación de pequeños problemas en la vida cotidiana, principalmente derivados del ambiente laboral. Las consecuencias son varias, entre ellas nerviosismo, desgaste corporal y mental, falta de productividad, problemas en el cuerpo y, sobre todo, desmotivación. Aunque no es posible eliminarlo de tu vida de la noche a la mañana, hay algunas formas de reducirlo gradualmente. La sugerencia es que cambies un poco tu rutina, practiques deporte, tengas un pasatiempo, medites y viajes siempre que puedas. También se sugiere que resuelvas los problemas poco a poco y no te preocupes demasiado por cosas que no tendrán solución a corto plazo o que no dependen exclusivamente de ti.
3 – Negatividad
No hay nada peor que salir con gente negativa, peor aún si ese pensamiento está dentro de ti. La positividad se considera una fuente de buena energía, lo que hace posible que tu motivación sea siempre alta. Al pensar negativamente, o entrar en contacto con personas constantemente negativas, el bien las vibraciones acaban desconectando, lo que es muy perjudicial tanto para tu vida personal como profesional. La sugerencia es que cuando aparece tensión o negatividad, tu reacción es positiva. Procura mantener la calma para que puedas solucionar el problema sin estrés ni ansiedad, no permitas que la desesperación se apodere de ti.
4 – Pereza
De hecho, ser consciente de que has hecho un buen trabajo y ser reconocido por ello puede aumentar la motivación de cualquier persona dentro de tu entorno laboral. Cuando te enfrentes a situaciones difíciles o demasiado estrictas, trata de combatir este sentimiento poniendo aún más empeño en tus tareas. Disfruta de tu trabajo, organízate para no perder de vista tu objetivo, dispone de tiempo libre para recuperar energías y trata siempre de trabajar en paz. Al hacerlo, eliminarás la pereza de tu vida, te sentirás más motivado y, en consecuencia, aumentarás tu productividad.
5 – Impaciencia
Entiende que los buenos resultados no se logran de la noche a la mañana. Las personas exitosas toman tiempo para ejecutar sus proyectos de vida y alcanzar el éxito que tanto anhelan. El resultado depende de un largo camino, y para llegar al punto que deseas, debes mantenerte enfocado y disciplinado. Si pierde la paciencia, tenderá a apresurar las cosas y desviarse de los planes, con posibilidades de frustrarse. Manténgase enfocado para lograr sus objetivos. Márcate metas, porque siempre que puedas alcanzarlas te sentirás más motivado.
6 – Ingratitud
En algún momento de la vida, es común tener la sensación de que estamos estancados en el tiempo o que somos incapaces de alcanzar una determinada meta. Cuando te enfrentas a esta situación y no te sientes motivado para continuar porque las cosas no están funcionando, trata de enfocarte en tus logros anteriores, es decir, en todo lo que ya has logrado éxito debido a tu dedicación a trabajar. Recuerda estar agradecido por tus logros y no condenes a los demás si algo no sale como esperabas. Intenta analizar la situación, identifica tus principales dificultades e intenta mejorarlas para continuar tu camino profesional aún más decidido y motivado.