¿Eres una de esas personas que no puede prescindir de una buena lectura, incluso cuando viaja? Para quienes tienen este hábito, cualquier lugar es considerado propicio para navegar hacia nuevos conocimientos o nuevas historias.
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Teniendo este pensamiento como motivador y aún con la intención de promover la lectura en su país, el joven rumano Víctor Miron tuvo una idea bastante curiosa: no cobrar un boleto de autobús a las personas que ingresan al vehículo con un libro en manos.
La propuesta fue presentada al alcalde de su ciudad, Emil Boc, quien un año después aceptó la iniciativa. La campaña duró una semana, más precisamente entre el 4 y el 7 de junio de 2015, tiempo durante el cual todos los que tenían un libro utilizaron el transporte público de forma gratuita.
Su idea generó una amplia repercusión en Internet y le valió muchos elogios. Actualmente, Víctor está trabajando en otras campañas que también están dirigidas a fomentar la lectura, una de las cuales es se refiere a Bookface, cuya propuesta es ofrecer beneficios a las personas que tienen una foto de un libro en su perfil en Facebook.
