En Italia, el artista El plástico Salvatore Garau se hizo popular debido a su insólita historia: la venta de una escultura invisible por el mínimo de 15.000 euros, aproximadamente R$ 83.000. La obra, que se llama “Lo Sono” o “Yo Soy” en portugués, es una propiedad inmaterial compuesta de aire y espíritu, según el italiano.
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Salvatore Garau se muestra entusiasmado con sus creaciones y defiende su trabajo a pesar de las críticas. Para él, la energía se transforma, se condensa y luego se transforma en partículas, de la misma manera que sucede con los seres humanos.
La polémica en torno a la escultura invisible y la ausencia de arte en sentido estricto hizo que Garau se expresara sobre la función del vacío en su obra. Según el artista, todo depende de la perspectiva, porque el espacio vacío no es sólo la ausencia de materia, sino un espacio de posibilidades y energía.
Y si esta historia te resulta insólita, la compra de una escultura invisible por 15.000 euros es aún más curiosa. Después de la compra de la obra de arte, el comprador recibió un certificado de autenticidad e instrucciones para la instalación, que debe estar dentro del espacio de 1,5 m por 1,5 m.
¿Que es arte?
La polémica en torno a la escultura acrecentó las polémicas en torno al llamado arte conceptual y qué es realmente el arte, que cobró fuerza con la creada por Garau. De hecho, esta no es la primera vez que el artista produce esculturas invisibles, habiendo realizado incluso exposiciones en Milán y Nueva York en años anteriores.
En Italia, se instaló un Buda en estado de contemplación mientras que en Nueva York hubo una Afrodita llorando, que se colocó frente a la Bolsa de Valores. Para Garau, la creación de esculturas invisibles tiene algunas ventajas, como una menor burocracia para exhibición, sin necesidad de permisos municipales o estatales.
En la misma línea, para defenderse de los ataques de la crítica, Garau defiende la existencia del arte sólo en imaginación de su audiencia, diferente de la expresión meramente material dada a otros a lo largo del tiempo.
Defensor del arte como forma de cambiar la percepción y la forma de ver y entender el mundo, el italiano continuará la producción de esculturas inmateriales porque, al menos para él, no es necesario tocar o ver algo en el mundo real para apreciar los mensajes y Significados.