Solo en 2021, la violencia fue responsable de la interrupción de clases en 669 escuelas públicas del país, como consecuencia de tiroteos, robos, vandalismo, amenazas y atentados, entre otros factores, que imponen daños irreparables al proceso de aprendizaje de miles de estudiantes.
Esta es la conclusión del 17º Anuario Brasileño de Seguridad Pública, divulgado este jueves (20), por el Foro Brasileño de Seguridad Pública, cuyos datos fueron recolectados a través de un cuestionario completado por directores de escuela para Prova Brasil 2021, un sistema de evaluación desarrollado por el Ministerio de Educación.
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El estudio arrojó que el número de escuelas obligadas a suspender clases, debido a la violencia, representa el 0,9% del total nacional. Para los investigadores, sin embargo, más que el porcentaje de casos, lo más importante es la alerta que traen sobre la gravedad de la situación de inseguridad en el país.
Para el consultor del Fórum, Cauê Martins, “es muy alarmante que 669 escuelas hayan tenido que parar sus actividades, esto significa que miles de estudiantes no han podido estudiar por el riesgo de ser víctimas de violencia. Es una gravísima violación a los derechos de estos niños, niñas y adolescentes”.
Al respecto, Martins llama la atención sobre la tendencia creciente en el número de escuelas con clases interrumpidas, que se acentuó el año pasado y este año. Mientras que en 2021 hubo dos ataques contra escuelas, en 2022 fueron seis, cifra ya alcanzada, en 2023, en apenas cuatro meses.
“Los datos de 2021 todavía no reflejan esta violencia que ha afectado a las escuelas sin precedentes en los últimos meses. Vimos una ola de amenazas, que trastornó el funcionamiento de estos establecimientos en todo el país. Es muy probable que el número de escuelas con clases interrumpidas sea mucho mayor en 2022”, concluye el consultor del Foro.
Entre los hallazgos del estudio, el reconocimiento de que la violencia urbana ha afectado la ambiente escolar, actualmente victimizando el 40% de las escuelas de Río de Janeiro, correspondientes a 269 paros laborales Actividades. También es lamentable saber que el estado es el que tiene más escuelas afectadas por tiroteos o balas perdidas, ya que, de las 1.295 unidades que reportaron casos similares en el país, prácticamente la mitad (586) corresponden a la red pública fluminense.
“La escuela, en Río de Janeiro, es una institución casi ocho veces más peligrosa de asistir y donde más sufre la gente. por el fuego cruzado entre policías y delincuentes, en comparación con otros estados de Brasil", destaca el informe de la Foro.
De las 7.156 escuelas invadidas, según la encuesta, 11.991 registraron robos o hurtos y 14.544 fueron objeto de vandalismo. “Son situaciones en porcentajes que no concuerdan con la idea de la escuela como espacio seguro y ambiente protector. Se equivocan quienes piensan que la violencia es un problema circunscrito”, evalúa el informe, que revela que más de un tercio de las escuelas públicas (37,6%) reportan situaciones de bullying, 15% con casos de discriminación y 2,3% con acoso sexual.