las profundidades de océano albergan un tesoro escondido de descubrimientos sorprendentes, uno de los cuales, descubierto recientemente, es una criatura bastante exótica que se ha convertido en una reliquia viviente de 17.000 años de antigüedad.
En los misterios del Mar de China Meridional, a más de 1.000 metros bajo la superficie, los científicos han encontrado esta maravilla que arroja luz sobre la historia de nuestro planeta. ¡Obtenga más información sobre este fascinante descubrimiento a continuación!
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A Monorhaphischuni, parte de la clase Hexactinellida, es más que una simple esponja marina. Ella es un testigo silencioso de la historia de Tierra, un superviviente de milenios que desempeña un papel crucial en el ecosistema marino.
Estas antiguas criaturas filtran el agua salada del océano, se alimentan de plancton, bacterias y nutrientes, y su presencia tiene un profundo impacto en la química del agua de mar.
(Imagen: M. Roux/Universidad de Reims/reproducción)
Esta peculiar esponja luce un tallo llamado espícula, que puede extenderse hasta tres metros. Anclado al fondo del océano, este tallo es clave para comprender el pasado del organismo marino.
Los científicos quedaron asombrados al descubrir que los anillos de las espiguillas llevan consigo la historia de las eras oceánicas, del mismo modo que los anillos de un árbol llevan recuerdos del tiempo.
Los anillos de Spiculeus no son sólo un marcador del tiempo para una esponja, sino un registro del clima pasado del planeta.
Para descubrir la increíble edad de esta especie, los investigadores se centraron en los isótopos de silicio de los anillos, que indican el final del último Edad del hielo. Entre los hallazgos de la observación está el hallazgo de que estos anillos contienen un 12% más de sílice que en los anillos actuales.
Este descubrimiento revela un intrigante enigma del pasado. Una posibilidad es que los vientos y los ríos trajeran más sílice al océano en ese momento.
O bien, el océano recicló sílice de manera más eficiente debido a los cambios en las corrientes y la forma en que se procesaron las algas diatomeas después de la muerte.
Esta compleja danza de factores podría haber llevado a un aumento en la producción de diatomeas, pequeñas algas que convierten el dióxido de carbono en carbono orgánico. Esto, a su vez, podría haber reducido la CO2 atmosférico, lo que provocó un clima más frío cuando el mundo se estaba calentando.
el viaje de Monorhaphis chuni No es sólo una historia sobre una esponja, sino más bien un sorprendente recordatorio de cómo la naturaleza y el clima están entrelazados.
En este maravilloso relato del fondo del océano, aprendemos sobre la compleja danza entre el océano, la atmósfera y la vida que ha dado forma a nuestro planeta durante milenios.