De hecho, en sus más de cien años de historia, la Premio Nobel nunca premió a un brasileño en sus seis categorías reconocidas –Medicina, Física, Química, Literatura, Paz y Economía–. Sin embargo, el país ya ha considerado nombres.
Entre ellos, destaca el físico César Lattes, que fue nominado siete veces, entre 1950 y 1956, por su descubrimiento de la partícula mesón pi.
vea mas
Guerra en Medio Oriente: 7 puntos cruciales para entender el conflicto…
Te sorprenderá descubrir el patrimonio neto de Michael Jordan; ¡vea!
En 1950, el Premio Nobel de Física fue otorgado al británico Cecil Powell, quien dirigió el grupo de investigación de la Universidad de Bristol.
El reconocimiento fue por el “desarrollo del método fotográfico para estudiar procesos nucleares”, además del descubrimiento de partículas de mesones mediante este método.
Sin embargo, la identificación de la subpartícula del mesón pi, crucial para la estructura nuclear, es un logro atribuido a Lattes, miembro del equipo de Powell. Esta situación generó debates sobre la falta de reconocimiento directo del científico brasileño por parte de la Academia Nobel.
César Lattes, en 1947, no sólo describió la partícula del mesón pi en un artículo en la reconocida revista Nature, sino que también allanó el camino para un nuevo campo de estudios en la física de partículas elementales.
La salud pública brasileña también tuvo sus destaques: Manoel de Abreu, con tres nominaciones en la categoría de Medicina, revolucionó el diagnóstico precoz de la tuberculosis con la invención de la abreugrafía.
La técnica demostró ser una solución económica y eficiente, lo que resultó en una reducción drástica de las muertes por la enfermedad.
el sanitario Carlos Chagas, con dos indicaciones, es reconocido mundialmente por identificar el ciclo completo de la malaria y la enfermedad de Chagas.
El físico César Lattes. (Imagen: Archivos Nacionales/Reproducción)
En 1983, el físico Mario Schenberg, pilar de la física teórica brasileña y colaborador de grandes mentes como Enrico Fermi, fue nominado al Premio Nobel. Pero ese año, Subrahmanyan Chandrasekhar, uno de sus colegas, recibió el premio.
La producción agrícola mundial también le debe mucho a Brasil. Johanna Dobereiner, nombrado en 1997, es la fuerza detrás de la revolución en la producción de alimentos. Sus estudios fundaron el Programa Nacional de Alcohol e impulsaron el cultivo de soja.
El ecosistema brasileño tenía un defensor en Otto Gottlieb. Nombrado en 1999, sus estudios sobre la estructura química de las plantas son vitales para la preservación del medio ambiente.
A pesar de sus inmensas contribuciones, nombres como Brasil vital, pionero en sueros antiveneno, y Osvaldo Cruz, que lideraron la erradicación de varias enfermedades, nunca fueron nominados formalmente al Premio Nobel.
El descubrimiento de un compuesto vasodilatador en el veneno de jararaca por doctoresMauricio Silva Es Sergio Ferreira también los puso en el centro de atención, a pesar de que no fueron nominados para la carrera.